Sindicales

17/1/2022

Tsunami de contagios entre los aeronáuticos

Mientras tanto, las patronales desactivan los protocolos.

Agrupación La Pista

A pesar de los más de 130 mil contagiados diarios a nivel nacional por Covid, en todos los aeropuertos del país se sigue operando como si sus trabajadores fueran ajenos a la pandemia. Cada vez hay más vuelos y ya llegan a números similares a los del 2018.

Frente a los mayores registros de contagios, las patronales del sector, en lugar de activar los protocolos, los fueron desactivando todavía más. Los sindicatos aeronáuticos (APA, AAA, Apla, Apta) son cómplices de esta situación. Su entreguismo ha llegado al punto de no sacar ni un comunicado de denuncia sobre lo que ocurre, ya ni hablar de medidas de fuerza para frenar los contagios entre los trabajadores.

El resultado no podía ser otro: miles de trabajadores aeronáuticos infectados, los cuales en muchas oportunidades contagian también a sus familias donde hay personas de riesgo.

La situación salió a la luz con la noticia de la suspensión de 7 vuelos de Aerolíneas Argentinas, pero hace semanas que existe una desidia absoluta tanto entre los técnicos como en el personal de tierra y las tripulaciones.

Los tripulantes de cabina denuncian que en los vuelos la situación es angustiante. La gerencia de Aerolíneas Argentinas sigue empecinada en que se repartan los refrigerios, incluso en vuelos cortos (menos de 5 horas), donde no hay ninguna necesidad. Esto lleva a que en un momento del vuelo los tripulantes reparten comida y bebida y todos los pasajeros se sacan el barbijo, exponiendo a todos -pero principalmente a los trabajadores- a contagiarse en masa.

A esto se suma que por la nueva disposición del gobierno los compañeros no tienen que aislarse por contacto estrecho si ya saben que se viajó con alguien contagiado. Esto lleva a que los infectados contagien hasta tener síntomas y realizarse el test, como ya ha ocurrido en varias oportunidades. Los barbijos que provee la empresa son quirúrgicos simples, no los de máxima protección.

Los técnicos denuncian que el servicio médico está saturado y que los aislamientos llegan con demoras. Además en hangares y talleres no hacen sistemas de burbujas para cumplir con los protocolos. Todo esto no evita que por el nivel de contagios haya demoras en las inspecciones y el mantenimiento.

En la EANA (trabajadores de tránsito aéreo) la situación es calamitosa. Cuando no había vuelos por las restricciones sanitarias, la decisión de la patronal fue formar grupos de trabajo chicos y con eso ahorrarse varios ítems del Convenio Colectivo de Trabajo. Pero ahora, cuando hay mayor frecuencia, no es opción para la EANA cuidar a sus trabajadores y restringir el servicio, si no todo lo contrario. Obligan a los operadores a concurrir a sus puestos siendo contactos estrechos o hasta con síntomas de Covid-19.

A pesar de las presiones de la patronal, a través de encuestas hechas para todos los operadores se recabaron datos importantes. El 56% afirma que el personal es insuficiente, trabajando con dotaciones por debajo de los mínimos de seguridad recomendados. Esto repercute directamente en todas las operaciones generando presiones y estrés. Otro dato no menos importante es que el 66% de los encuestados se vio obligado a compensar la falta de personal cumpliendo más tareas, con alta carga laboral duplicando sus responsabilidades.

La empresa se jacta de haber realizado inversiones millonarias para la mejora del Servicio en Equipamiento, pero mira para otro lado ante la emergencia dotacional que sufren todas las dependencias a nivel nacional con pandemia y sin pandemia.

Este sector, ahora en conciliación obligatoria, se prepara para realizar paros intermitentes que afectarán la programación de todos los vuelos comerciales y no comerciales con el objetivo de solucionar todos los problemas operativos denunciados y por la recomposición salarial y reconocimiento de sus trabajadores.

Frente a esta situación general, desde La Pista planteamos asambleas en todos los lugares de trabajo para votar este programa y realizar las medidas de fuerza que sean necesarias para llevarlo adelante:

– Inmediata restitución de los aislamientos preventivos para contactos estrechos.

– Poner en pie comisiones de seguridad e higiene para garantizar los aislamientos y las licencias para los contagiados y contactos estrechos sin afectar el salario.

– Elaboración de nuevos protocolos por parte de sindicatos y comisiones internas ante las variantes más contagiosas. Cohortes, distanciamiento, ventilación, limpieza, reducción de aforos.

– Pase a teletrabajo en todos los casos que la actividad lo permita.

– Exigir la apertura de centros de testeo públicos para atender la demanda creciente.

– Centralización estatal de todo el sistema de salud, aumento de presupuesto y cumplimiento de las demandas de sus trabajadores.