Sindicales
23/8/2016
Tucumán: avance de los trabajadores del ingenio San Juan
Sigamos su ejemplo
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En las páginas de Prensa Obrera hemos dado cuenta de cada uno de los pasos de la enorme lucha que llevaron adelante los trabajadores del Ingenio San Juan contra el vaciamiento de la fábrica, el cierre posterior y por el resguardo de las fuentes de trabajo.
En diciembre pasado, ante la virtual huida de la vieja patronal (Altamiranda-Omill), que tenía asignado el arrendamiento, los obreros opusieron el planteo de que el Estado se hiciera cargo del funcionamiento del ingenio con todos los trabajadores adentro, que pagara la deuda salarial y garantizara las tareas de alistamiento.
El gobierno provincial y una parte del sindicato azucarero plantearon entregar el arrendamiento a Rochia Ferro, dueño de otros ingenios. Este pretendía pagar el 30% de la deuda e iniciar la zafra 2016 con la mitad del personal. Este intento fue desbaratado por una numerosa asamblea autoconvocada, que vetó esa opción.
Posteriormente se acercaron otros candidatos para arrendar el ingenio y, frente a las dilaciones, los trabajadores profundizaron sus medidas de lucha con cortes del puente Lucas Córdoba y una olla popular que se montó en la puerta del ingenio donde, además, por medio de asambleas, los trabajadores organizaban y tenían el control de las distintas acciones de resistencia.
El proceso de lucha se fue radicalizando. Los trabajadores amenazaron con acampar en la Plaza Independencia. Por delante estaba el Congreso Eucarístico y, luego, los festejos del Bicentenario.
El gobierno, acorralado por este cuadro, se vio empujado a buscar una solución. Así apareció como nuevo candidato al arriendo, “Tecnocontrol SA” cuyos antecedentes en la industria son nulos, pero fue bendecida por el gobierno, que puso el dinero para pagar el total de la deuda salarial (a cambio de tierras del ingenio) y adelantó fondos para que se pudiera iniciar el alistamiento de la planta.
La gran duda que quedaba pendiente era si una vez comenzada la zafra, ésta se iba a realizar con todo el personal. Esto quedó disipado hace un par de semanas cuando los 150 trabajadores que estaban en lista de espera se incorporaron al trabajo.
No solo eso. La firmeza de los trabajadores les ha permitido arrancar la entrega de ropa y botines (hacía años que no se entregaban). Además se ha popularizado la asamblea general de fábrica ante cada queja o reclamo colectivo.
En este cuadro, la pasividad de la dirigencia de los dos sindicatos de fábrica (el de los obreros y el de los empleados) ha quedado desautorizada. Un nuevo activismo ha surgido en medio del conflicto.
En un escenario provincial de despidos, suspensiones y hasta cierre de empresas en diversas industrias, la lucha de los obreros del ingenio San Juan es el ejemplo a seguir. Nada se puede esperar de las burocracias sindicales que están de rodillas y actúan en connivencia con las patronales y el gobierno.