Sindicales

27/4/2016|1408

Tucumán: elecciones en Atep

Para enfrentar a los títeres del gobierno, vamos con la Lista Rosa-Marrón-Naranja

Tribuna Docente - Tucumán


Las elecciones en la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (Atep), el histórico gremio de la docencia tucumana, convocadas para el próximo 26 de Junio, se llevarán a cabo en un cuadro revulsivo, pues la docencia está sufriendo las consecuencias de un acuerdo salarial del 30% de aumento del básico que ya está siendo devorado por la carestía y los tarifazos.


Los responsables de este acuerdo ruinoso buscan su reelección.Bien mirado el asunto, están buscando su séptima reelección (re-re-re-re-re-re-reelección).


El candidato de la directiva, David Toledo, es el ladero histórico de “Cacho” Zelarayán, fallecido en 2009, después de estar 20 años al frente de Atep.


Se trata de una camarilla que ha manipulado los estatutos y los procesos electorales del gremio convirtiéndolo en un unicato sindical, vacío de todo contenido, de toda representatividad y al servicio del gobierno de turno (sea este Manzur, Alperovich, Miranda o Bussi). 


Para enfrentar a estas “marionetas del poder” y a sus múltiples trabas proscriptivas, se ha presentado las Lista Rosa-Marrón-Naranja, una lista que agrupa a los sectores combativos de la docencia tucumana que en los últimos años han venido impulsando la lucha docente yla puesta en pie del movimiento autoconvocado de 2014.


Esta lista se ha conformado sobre la base de un programa de independencia del Estado y de los gobiernos de turno y que plantea impulsar la lucha por un salario igual a la canasta familiar y la democratización de la vida gremial, terminando con el unicato sindical de la lista oficialista (Morada y Blanca, aliada dela Celeste en la conducción de Ctera). 


La Lista Rosa-Marrón-Naranja está encabezada por Raquel Grassino, principal dirigente de la oposición docente provincial y militante de Tribuna Docente y el PO. Está integrada también por decenas de delegados y luchadores docentes. 


La primera tarea que tienen por delante es vencer las trabas estatutarias (entre candidatos en diferentes niveles y exigencias y los avales, se necesita el apoyo de más de 500 docentes) y las múltiples trabas burocráticas que la junta electoral (integrada por los mismos tránsfugas que consumaron el fraude en la elección anterior) está poniendo y va a poner por delante antes de oficializarnos. 


La lucha por recuperar Atep es inseparable de la lucha por estructurar y organizar a la docencia tucumana en una sólida agrupación clasista.


También se han presentado otras listas que provienen de ese tronco muerto que es el zelarayanismo (la Dorada y la Verde-Roja-Azul). Estos sectores han sido reacios a impulsar la lucha autoconvocada y en general toda lucha.


Son agrupamientos contrarios al planteo de la independencia de Atep de los gobiernos de turno. Son listas que expresan un grado de división y disgregación de la burocracia, y que intentan disputarle a ella la conducción sindical apoyados no en la organización combativa de la docencia sino en la colaboración con diversos aparato político patronales, que van desde la UCR (canismo) hasta distintas expresiones del PJ (Orellana, Amaya, Alfaro).