El secretario general de Uatre, Germán Ferrari, quien actúa como el perro faldero del gobernador Jaldo y el presidente Javier Milei, no dice una palabra sobre la paritaria que venció el pasado 29 de febrero. En enero, Uatre se plegó al paro nacional de la CGT, aunque sin movilizar a sus bases, un poco por su propio desprestigio y otro por falta de su compromiso real con la lucha limonera.

Ferrari llegó a denunciar a la troika provincial de la CGT compuesta por Renee Ramirez (Atsa), César Torres (Camioneros) y Luis Diarte (Smata) por su silencio sobre la represión policial de Jaldo durante las jornadas de enero y además presentó una nota para que se adelante la paritaria. Después de esos ‘ladridos’ de verano, se mandó a guardar para dejar pasar el ajuste, al igual que todo el resto de la podrida burocracia sindical.

Las seccionales de Uatre de toda la provincia también guardan silencio. Están entregando kits escolares a un puñado de trabajadores en el marco de denuncias de todo tipo de irregularidades. Los trabajadores ya no cobran el interzafra y les cortaron la tarjeta prist. Es decir que están a la deriva en un contexto de aumentos explosivos y un ataque sin precedentes a las mayorías pobres, fuertemente ligadas con los trabajadores citrícolas y rurales en general.

Queda muy claro que la bandera de lucha “unidad y solidaridad” que promociona Ferrari bajo la tutela de Voytenco y el peronismo se vendió por unos pesos. El año pasado recordemos que los Fernández y Massa premiaban a las patronales con el “dólar limón” y beneficios impositivos de todo tipo y luego Milei los recibió con una devaluación mayor al 50%. Como vemos, ya sea que gobiernen los “nacionales y populares” o los “liberfachos” la casta siempre gana. Para cambiar eso necesitamos que gobiernen los trabajadores.

Pero mientras sigue el “diálogo” entre las patronales, el gobierno y el sindicato para fijar el “techo de la paritaria” y que avance el ajuste, muchos cosecheros ya se encuentran en las fincas sin saber el precio del jornal. Es indudable el crecimiento económico de las principales industrias citrícolas, fruto de los enormes beneficios garantizados por los que nos gobiernan desde ayer hasta hoy.

Sobran las condiciones del “mercado” para que se fije un salario inicial garantizado para todos los trabajadores representados por Uatre en $650 mil y que sean ajustados en función a la inflación. Ningún despido y ninguna suspensión, libertad de organización sindical y trabajo de calidad. No podemos esperar los tiempos de Ferrari, Jaldo y Milei que nos están asfixiando todos los días. Hay que salir a la calle por lo nuestro. Ningún Pacto en Mayo, paritarias ya.

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