A los despidos y la persecución de trabajadores estatales por todos lados y la falta de trabajo en general en la provincia de Tucumán, producto de las políticas criminales de Milei y Jaldo, tenemos que sumarle más de 30 despidos de trabajadores de la Anses. Se trata de una oficina en capital (Muñecas 353) y de dos oficinas del interior (Bella Vista y Famaillá) que inauguraron el año pasado, Las cuales son fundamentales no solo para estas ciudades sino también para los municipios cercanos y la propia capital, evitando la concentración y el colapso.

Con el aumento del precio del boleto y el ataque sobre los salarios y las jubilaciones, resulta imposible viajar para realizar trámites referidos a jubilaciones, pensiones, AUH, asignaciones familiares, por embarazo, discapacidad, ayuda escolar, entre otros tantos.

En lugar de garantizar que el aporte que hicieron generaciones de trabajadores durante décadas al Estado retorne en jubilaciones y prestaciones sociales de calidad, ocurre todo lo contrario: los aportes de los trabajadores activos son utilizados por todos los gobiernos capitalistas desde ayer hasta hoy, para el pago de una deuda ilegítima, fraudulenta y usuraria, para negociados de todo tipo y subsidios a los empresarios.

Hay una continuidad manifiesta del kirchnerismo, macrismo, Fernández y Milei en atacar a los jubilados, cambiando las fórmulas para perjudicarlos y dilapidando los aportes que hacemos los trabajadores a lo largo de nuestra vida. Este gobierno intenta destrozarnos a todos, pero está ensañado con los jubilados, la gran mayoría de ellos con ingresos de $200.000 que no llega ni a la tercera parte de la canasta básica de la tercera edad.

Es muy importante que todos nos pronunciemos en contra de este cierre y de todos aquellos en donde se pierdan puestos de trabajos. Tenemos que defender que las ciudades de toda la provincia cuenten con oficinas disponibles para dar respuesta a las carencias sociales que sufre la población y no para el negocio particular de unos cuantos. El debate de Estado ausente y presente, sin perspectiva de clase, es una falsa dicotomía, una trampa.

La motosierra del facho de Milei no tiene por propósito mejorar las condiciones de vida de la población. Por el contrario, el éxito del plan de guerra del gobierno se basa en un ataque brutal sobre las mayorías populares. Para los próximos días ya se preparan nuevos aumentos sobre los combustibles que trasladarán su impacto en los precios. Sin duda alguna la factura de la crisis, que se traduce en cierres de lugares de trabajo, en quita de ayudas sociales, de alimentos a los comedores populares, tarifazos, boletazos en el transporte, impuestazos, caída en general de la actividad económica, jubilaciones y salarios de hambre, la seguimos pagando los trabajadores.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con los trabajadores despedidos y nos ponemos a disposición para luchar por la defensa de los puestos de trabajo y por paritarias libres e iguales a la canasta básica. Para derrotar el ajuste de Milei, Jaldo y los intendentes hay que ganar la calle y organizarse de manera independiente del Estado con la izquierda.

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