El pasado 28 de abril la dirección de Uatre (interventor Germán Ferrari), Acnoa (Asociación Citrícola del Noroeste Argentino) y el gobierno de Jaldo y Manzur acordaron un jornal de $6.200 hasta Junio para los cosecheros de limón, lo que representa un aumento del 51%. Dicha actualización, que se incorpora totalmente en negro hasta el 31 de diciembre, no alcanza ni siquiera para cubrir el 50% de la canasta de pobreza.

Al tener tanta mano de obra disponible, sumado a que pueden realizar la cosecha en la informalidad sin control por parte del sindicato ni del gobierno, y al depender de inclemencias climáticas, el trabajo del cosechero se vuelve totalmente discontinuo. Con mucha suerte, solo algunos cosecheros podrán completar 20 jornadas mensuales.

En el marco de una crisis inflacionaria excepcional y una temporada que durará tres meses, las patronales lograron imponer un precio de $108 para la maleta cosechada a mano (80% del total a cosechar). Sin dudarlo, este acuerdo fue festejado por todas las patronales y en especial Citrusvil, San Miguel, Citromax, que concentran sus negocios en los productos elaborados derivados del limón.

Luego del abandono del negocio de la fruta fresca y más de 400 despidos, las patronales fueron premiadas con el “dólar limón” que ajusta por devaluación diaria. Además, se aseguraron bajar el costo de mano de obra y garantizar su retorno esperado. Las concesiones del gobierno de Alberto, CFK y Massa para los explotadores del campo no tiene límites, y lo mismo ocurre cuando se trata de cumplir las exigencias del FMI. Por el contrario, cuando se trata de hacer cumplir los derechos laborales de los trabajadores rurales, o de mejorar su calidad de vida, el peronismo demuestra su agotamiento y claudicación de manera permanente.

La orientación capitalista de la producción citrícola es incompatible con el bienestar social y ambiental de quienes habitamos la provincia. Proponemos que de inmediato se prohíban los despidos en la industria, la reapertura de los empaques cerrados, la reducción de la jornada laboral a 6 horas y una cobertura de obra social durante todo el año. Un salario igual al costo de la canasta familiar como base para todos los trabajadores ligados a la actividad, con actualización mensual por inflación, tanto en campaña de invierno como de verano. Que se abran los libros de las empresas, se auditen las relaciones con las empresas tercerizadas para terminar con ese negocio y se informe sobre el impacto del convenio de corresponsabilidad gremial. Que se realice una auditoría independiente a cargo de trabajadores profesionales sobre el impacto ambiental de la industria. Por un interzafra automática, que se active al momento de terminar la temporada y finalice con la nueva convocatoria.

Que se llame a elecciones del sindicato, se garantice su transparencia y se termine la persecución sobre el activismo.

Estas medidas elementales sólo pueden avanzar con la organización independiente de la vanguardia obrera. Llamamos a discutirlas en todos las industrias, empaques y fincas. Para derrotar el ajuste de las patronales, el gobierno y sus burócratas sindicales, necesitamos poner en pie una oposición de izquierda que luche por recuperar el sindicato de Uatre y por un gobierno de los trabajadores.