Sindicales

30/5/2019

Uatre debe ser recuperado por y para los trabajadores

Se reveló que su secretario general, Ramón Ayala, cobra fortunas del sindicato y el Estado y tiene empresas no declaradas.

Ramón Ayala, secretario general de Uatre, junto al presidente Mauricio Macri

De acuerdo a la información difundida por el portal RealPolitik, Ramón Ayala, secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, cobraba en mayo del 2018 tres sueldos directamente relacionados con el sindicato.


Acorde a las planillas a las cuales pudo acceder el portal de noticias políticas, percibía por la Uatre un sueldo de $200.637,07; haberes de la obra social (Osprera) por $439.219,61; y como empleado del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), $162.363. Se trata de ingresos mensuales por más de 800 mil pesos.


A su turno, el portal señala que Ayala posee –sin haberlo declarado ante la Unidad de Información Financiera (UIF)-  “la mayor parte de una empresa llamada MEDAM B A SRL, dedicada a la ‘recolección, reducción y eliminación de desperdicios tóxicos y patológicos. La compañía tiene doce empleados y su última ganancia anual fue de más de $5.000.000”.


Ayala, que suplantó al fallecido “Momo” Venegas, ha estado relacionado directamente con el gobierno de Mauricio Macri. El propio “Momo” contribuyó a la llegada de Macri al poder, a quien expresó su apoyo en plena campaña electoral. A esta postura anti obrera y pro patronal se debe sumar que el “Momo”, luego de morir, fue señalado por tener sumas multimillonarias en su patrimonio e infinidad de propiedades, luego de décadas de estar al frente del sindicato de trabajadores rurales. Ayala es una continuidad de Venegas.


En contrapartida con la realidad próspera de estos “gordos”, el movimiento obrero rural sufre las consecuencias de las relaciones entre los burócratas y los partidos gobernantes. Los salarios de la actividad están por debajo de la línea de pobreza,  muy lejos del costo de la canasta básica familiar; se pierden puestos de trabajo y cierran establecimientos. También debe señalarse la extrema precarización laboral que sufre el sector, que llega a representar un 49% en la Patagonia. 



El sindicato ha dejado de lado su verdadero objetivo, que es defender los derechos de los y las trabajadoras. Por ejemplo, la temporada de cosecha que acaba de pasar lo hizo sin que se homologara el 42% acordado entre la Uatre con la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), y sin que el sindicato reclamara dicha homologación. Además, el sindicato hace campaña electoral por el partido gobernante Juntos Somos Río Negro, del gobernador Alberto Weretilneck (esto se vio en los comicios provinciales y se repite ahora en los municipales, por ejemplo en Godoy) que aplica en la provincia las mismas políticas de ajuste que a nivel nacional comanda Mauricio Macri.


Los trabajadores rurales necesitan sacarse de encima a esta burocracia. Desarrollemos una agrupación combativa de los obreros rurales que luche por el salario, las condiciones de trabajo y la recuperación del sindicato. Por un congreso de delegados electos en asamblea que vote un plan de lucha por todas las reivindicaciones pendientes.