Sindicales

29/7/1988|235

Carta de una compañera

Ubaldini salvó a Terragno

En un movimiento espontáneo sin precedentes, con los medios de difusión acallados o expertos, en desinformar, se llevó a cabo una exitosa lucha contra la entrega y las privatizaciones, lucha que fue entregada enseguida por la burocracia sindical del Sindicato de Trabajadores de Gas del Estado.

El decreto de privatización fija, entre otras cosas, que Gas subvencionará el precio del gas a las empresas privadas, y que éstas, sin control de un organismo centralizado energético, podrán fijar libremente los precios al usuario con el solo acuerdo de los municipios.

Los hechos: huelga nacional en Gas del Estado desde el viernes 15/7/88, a la cual adhirieron todas las tres organizaciones sindicales de Gas del Estado y las Asociaciones de Profesionales Universitarios (APUGE) y del arte de Curar (médicos, enfermeros, empleados. de Obra Social de Gas del Estado).

En pleno auge y en pleno crecimiento, con adhesión masiva, luego de una exitosa movilización de trabajadores (base, operarios, administrativos, profesionales y algunos funcionarios, médicos, etc.) al MOSP y al Congreso, en una columna de millares de personas y vehículos oficiales (dos cuadras a todo lo ancho, con corte de tránsito), el día jueves a la tarde, y en una asamblea masiva en Maza 61, el viernes 22, la conducción sindical derogó el mandato de la asamblea de continuar con la huelga (para anular el decreto como mínimo). La burocracia tuvo que Ir a buscar a Ubaldini para salvarlos.

Ubaldini, cínicamente, y luego abucheado y con monedas como proyectiles, junto con la conducción sindical traidora, decía “manténganse unidos” pero a su vez, explicaba que en esa reunión de la mañana con el Ministerio de Trabajo había garantizado (?) la no aplicación de la ley de seguridad y represalias si se levantaban las medidas.

También dijo que volvería a la tarde al Ministerio de Trabajo con el mandato de esa Asamblea. Ese mandato fue seguir la huelga. Ante el bochorno general, dicho mandato no se respetó y se arregló el levantamiento de las medidas con tan solo la conversación y suspensión por quince días de la aplicación de dicho decretó resistido.