El gobierno de De la Rúa dio un paso atrás con la Re­forma Educativa, al suspen­der la aplicación del decreto 747, que imponía el presentismo y la reforma laboral. Pero el decreto no fue dero­gado, como lo exigen los do­centes. Ahora se iniciarán las conversaciones en las que el aumento salarial es rehén en la aceptación de la flexibilidad laboral.

Está claro que el gobier­no aliancista echa las tres horas con movilización. ¿Por qué las direcciones gremia­les ceteristas levantaron el paro, cuando era el momento de ganar, obteniendo un au­mento sin condiciones? ¿Qué se van a sentar a discutir? ¿La aplicación de la Reforma del Banco Mundial?

Debe convocarse a una asamblea general de toda la docencia capitalina, para resolver las medidas para conquistar el aumento sala­rial y derogar definitiva- ante el fantástico parazo de mente el decreto.

24 horas y el anuncio de un nuevo paro, esta vez de 48