Sindicales
16/5/2017
Un balance de las elecciones en Tiempo Argentino
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El pasado miércoles se realizaron las elecciones de renovación de autoridades de la cooperativa Por Más Tiempo, que edita el diario Tiempo Argentino. La nueva conducción no incluye a los referentes de la Naranja de Prensa que habíamos integrado la comisión interna que encabezó la lucha contra el vaciamiento así como el primer mandato del Consejo de Administración. El resultado de la votación implica un pronunciamiento categórico respecto de lo que los trabajadores consideran el contenido de los próximos pasos que darán.
Antes de la elección, la Naranja distribuyó entre todos los miembros de la cooperativa un material con una caracterización de la situación de la cooperativa y una propuesta, en la que reivindicamos la inmensa lucha de más de un año en defensa de los puestos de trabajo y aportamos nuestra visión sobre cómo abordar la situación crítica que atravesamos en lo económico.
Propusimos un cambio de rumbo a partir de retomar la lucha y encarar un debate colectivo sobre la orientación editorial en base a un reglamento interno que estableciera mecanismos para que las distintas vertientes políticas que conviven en la cooperativa pudieran expresarse en los contenidos de los productos que elaboramos.
Para eso aportamos tres propuestas. En primer lugar, recuperar el camino de la lucha para tratar de resolver la situación económica. Propusimos encarar un reclamo al Estado para que, a través de un incremento en el monto de los subsidios o el establecimiento de una pauta oficial fija u otros mecanismos, se garantizara un ingreso igual a la categoría de convenio de redactor para todos los trabajadores. El gobierno macrista y la justicia han actuado como cómplices de la patronal kirchnerista de Szpolski y Garfunkel, a los que permitió que no pagaran los salarios adeudados ni las indemnizaciones y facilitándoles el vaciamiento. El Estado tiene responsabilidad en la situación que sufrimos los trabajadores.
En segundo lugar, ante la necesidad de sostener la independencia política y económica de la cooperativa, planteamos profundizar el debate colectivo acerca de los contenidos del diario a fin de que hubiera un reconocimiento de las distintas tendencias que conviven en la cooperativa y que ellas pudieran expresarse en los productos periodísticos. En ese sentido, cuestionamos el carácter unilateral de las columnas de opinión del diario en papel identificadas con el kirchnerismo y defendimos la libertad de expresión al interior de la cooperativa para que se puedan plasmar públicamente los distintos puntos de vista y las corrientes de opinión. Señalamos que la especificidad de nuestra cooperativa, al ser un medio de prensa, requiere garantizar la mayor libertad de expresión de todos los trabajadores para que puedan dar su punto de vista, incluso si están en minoría.
En tercer lugar, propusimos un reglamento interno para que todas estas iniciativas estuvieran plasmadas en un código que estableciera con claridad cómo funcionaría la cooperativa.
Antes de las elecciones estos mismos planteos fueron defendidos por los compañeros de La Naranja en varias ocasiones, como cuando Hernán Brienza se valió de Tiempo Argentino para justificar la corrupción del gobierno kirchnerista. Estos hechos produjeron crisis internas que fueron zanjadas en favor del sector que expresaba que la asimilación al kirchnerismo era necesaria para garantizar la venta del diario.
Nuestros planteos lograron el apoyo de alrededor del 20% de los votantes. Aun en minoría, es un punto de agrupamiento que muestra que existe en un sector de los trabajadores una conciencia sobre la necesidad de un cambio de rumbo