P: ¿Cómo se dio el paro?

R: Veníamos resistiendo a la flexibilidad que quería imponer la empresa; rechazamos todos los términos. La resistencia a la polifunción terminó con el despido de un compañero con 18 años de antigüedad por ‘mejoras de servicio’. A las 6 de la mañana, ni bien enterados, en el patio de Perfil, turno noche y turno mañana votaron el paro por unanimidad, hasta la reincorporación. La empresa planteó levantar por 48 horas para negociar. La asamblea dijo no.

Después de 14 horas de paro, aparecieron los máximos directivos. Se planteó el cambio, de despido a suspensión, por 29 días, luego por 15, finalmente por 9. Le respondimos “el compañero no desobedeció, cumplió el convenio”.

P: ¿Qué balance sacan los compañeros?

R: El triunfo de esta lucha es en todos los ámbitos contra la polifunción, contra el miedo, contra los despidos irrecuperables. Es un triunfo organizativo, de los debates y de la resistencia, de los métodos de la asamblea y de la acción directa. Todas las decisiones fueron votadas y respaldadas por la asamblea.

P: ¿Qué rol jugó el Sindicato?

R: Vino como negociador, como mediador. Nunca se puso a la cabeza de los reclamos de la asamblea. Planteó levantar la medida para negociar. El 80% de la asamblea lo rechazó. Durante el día, aparecieron a traer su solidaridad los delegados y comisiones internas de Perfil Chacabuco de Prensa, de Prensa y Gráficos de Crónica, de Unión, de CotyGraf.

Esto muestra la necesidad de plenarios de delegados. Hay que reunir a los talleres a los que el sindicato no da respuestas, para agruparnos con un programa por las paritarias generales, por la seguridad en el empleo, contra los turnos americanos, por un seguro al desocupado, reclamando un plenario de delegados.

El triunfo de Perfil está en el camino de una tendencia profunda en el gremio, a medida que se van clarificando los métodos de lucha de los trabajadores y de independencia organizativa, como se profundiza entre todos los trabajadores, la independencia de clase.