Sindicales

30/9/1998|602

Un convenio antiobrero

No docente - UBA

En el marco del interés del gobierno y del rectorado de la UBA de imponer un Plan de Reforma Laboral para docentes y no docentes se reunió la paritaria de Fatun (Federación Argentina de Trabajadores de las Universidades Nacionales). A cambio de un aumento plurianual, que figura en la Ley de Presupuesto de 1998, el nuevo convenio sería el primero para los trabajadores no docentes. Nuestra actividad se regulaba por decretos del Poder Ejecutivo.

 

El acuerdo, en efecto, establece la reducción de las categorías y agrupamientos y la polivalencia funcional; se ratificó así un acta acuerdo firmada en septiembre de 1997, que redujo las categorías de 11 a 7.

 

La historia de este tipo de acuerdos y compromisos demuestra que los aumentos plurianuales nunca se cumplen (nunca llegó al bolsillo del trabajador el dinero estipulado para 1995, que era de 70 millones). En diciembre de 1997, el Poder Ejecutivo vetó el artículo de la Ley de Presupuesto que ‘comprometía’el aumento de 45 millones para nuestro sector, para el año 1999.

 

La reforma del escalafón y de los agrupamientos podría implicar jubilaciones prematuras y retiros voluntarios y, desde ya, la reducción de nuestra planta en contraste con el incremento de la matrícula estudiantil. Se apunta a una reforma administrativa para la reducción y privatización de las universidades.

 

El último congreso de Fatun demostró que no hay ninguna oposición consecuente a la conducción menemista. Lamentablemente, Motuba, de la oposición, no estuvo a la altura de las circunstancias, ya que después de votar en contra algunos puntos en particular, se abstuvo en el informe final y, según un congresal de Motuba, hubieran votado incluso a favor si el oficialismo hacía constar en actas las posiciones que rechazaban.

 

Los trabajadores no docentes tenemos planteado el desafío de oponernos a la flexibilidad y a la precarización de nuestro trabajo, desenmascarando a la dirección de la federación y de los sindicatos como los entregadores de nuestros derechos.