Un gran paro estatal Más que nunca, organicemos un congreso nacional de delegados

Agrupación Naranja de la AFTIC


Los decretos del gobierno de Macri, designaciones, que fusionaron organismos y habilitaron a la revisión de contratos, concursos y designaciones dispararon la movilización más numerosa convocada por ATE en los últimos años.


 


Aunque se anunció la renovación de los contratos firmados en 2013, 2014 y 2015 por tres meses (hasta el 31 de marzo), también serán revisados los contratos firmados con anterioridad, así como los concursos y designaciones “en cualquier situación en que se encuentren”. Se han otorgado poderes de excepción al flamante Ministerio de Modernización para revisar y despedir estatales.


 


El nuevo gobierno se vale del hartazgo hacia el régimen kirchnerista -y las denuncias sobre “ñoquis y militantes” en el Estado- para avanzar en un ajuste. Pero su primer objetivo son los miles de compañeros a los cuales el kirchnerismo precarizó durante años. Andrés Rodríguez (de UPCN) y “Cachorro” Godoy (de ATE) han anunciado su colaboración en la política de revisión de los contratos (uno con el argumento de que “no hay ñoquis”, el otro “para que no haya errores”). Unos buscan su lugar en la mesa de la CGT y en el reparto del dinero de las obras sociales; los otros buscan ser parte del “pacto social” y golpear a sus rivales kirchneristas que le disputan el control de ATE.


 


Capital, la segunda seccional más grande de ATE, y donde se concentra la mayor parte de los estatales nacionales, es conducida por el kirchnerismo, que desplazó a Micheli en las últimas elecciones. Allí, el pasado 28, tuvo lugar un plenario de delegados de gran importancia política.


 


La conducción se presentó al plenario con el objetivo de no sumarse a la convocatoria lanzada por “Cachorro” Godoy pero, a partir de la intervención de una parte de la izquierda, tuvieron que recalcular sobre la marcha y movilizar: si esto no hubiera ocurrido, la movilización al Ministerio de Trabajo no hubiera sido lo que fue.


 


A su vez, a la conducción kirchnerista de Capital, esta movilización le sirvió para canalizar una fuerte presión de su base, que suele ser convocada para defender a las prerrogativas de los Sabbatella y otros en el aparato estatal, pero no para una acción de lucha junto al resto del movimiento obrero (recordamos que este sector no participó de la movilización del clasismo a Plaza de Mayo contra el ajuste).


 


La izquierda


 


La Naranja de ATE ha lanzado el planteo de un congreso nacional de delegados de base, con el respaldo de un plenario de 200 delegados, directivos y congresales de ATE Mendoza. Para superar el faccionalismo de una burocracia en descomposición, a través de un planteo que supere en el seno del movimiento obrero la experiencia kirchnerista. Desarrollemos esta campaña con pronunciamientos, reuniones y agitaciones para crear un reagrupamiento independiente.