Sindicales

26/6/1997|545

Un gran paro

El viernes se realizó el paro docente en la ciudad con un acatamiento total (incluidos los colegios privados). Fue precedido por la decisión de la Junta Promotora Suteba Mercedes de montar su propia “carpa de la dignidad”, bajo la consigna de triplicación del presupuesto, salario mínimo de 700 pesos y la derogación de la Ley Federal y su correlato provincial. La dirección de la FEB (que nuclea a la mayoría de los docentes de la ciudad) no pudo llevar adelante su intención de boicotear la huelga, debido a un amplio debate de las bases de su propia organización, que decidieron plegarse al paro del 20.


En la mañana del viernes se instaló la carpa del Suteba; la dirección de la UEB (FEB) había rechazado hacer un acto conjunto y reclamaba “reabrir el diálogo” con Duhalde. La insistencia del Suteba para que se realizara el acto fue desgranando la columna de la FEB, para pasar a engrosar el acto central de la ‘carpa’. A manera de asamblea, con micrófono abierto, Sergio Resquín, puso bien en claro el planteo de Mercedes por los 700 pesos de básico, la derogación de la Ley Federal y la triplicación del presupuesto. Denunció las presiones de las patronales de la educación privada y reivindicó la lucha denodada de los “autoconvocados mercedinos”. Luego, más de una docena de docentes denunció la situación de la educación. Se destacó la posición de Gabriela Luna (plástica), quien planteó el No a la flexibilización que quieren imponer en todos los ámbitos, fuera y dentro de la educación. Otra profesora, López, reclamó una actitud política de los educadores para su liberación y superación. Pablo y Lolo (juventud y centros de estudiantes) llamaron a la derogación de la Ley Federal, al aumento salarial y a trabajar por una Asamblea Nacional de luchadores, denunciando que no hay plata para los docentes, pero sí para pagar a los banqueros o ponerle “vereditas” a la catedral.


Miguel, en nombre del PO, llamó a la unidad de acción en base al programa lanzado por la Rosa y el Suteba Mercedes, y propuso que se conformara una comisión de los docentes de la FEB que aprueban este programa y de los privados no sindicalizados, elegidos democráticamente por sus propias bases, para iniciar una tarea de reagrupamiento general de la docencia local.


La “carpa de la dignidad” había mostrado una vigorosa tendencia política hacia la unificación del activismo, de la ciudad en donde el Suteba, la CES y el PO jugaban un papel de vanguardia y centralización.