Sindicales

30/11/2000|690

Un logro que palanquea la lucha del Colón

La Comisión de Legislación General y del Trabajo aprobó por 4 votos sobre 7 una declaración en que reclama al Poder Ejecutivo “la efectivización en Planta Permanente de todos los trabajadores del Teatro Colón que actualmente revistan bajo la modalidad de contratos de locación u otras formas de contratación temporaria”.


El encabezamiento del despacho refiere “al proyecto del Diputado Jorge Altamira que propicia la efectivización de los trabajadores del Teatro Colón”. Si la Legislatura lo aprueba, interpretará a favor de los trabajadores los artículos de la Ley de Empleo (39 y 67) que no admiten personal transitorio en funciones de planta permanente. Altamira aceptó el proyecto de declaración cuando se comprobó que no había mayoría para su proyecto de ley que establecía la efectivización inmediata. De todos modos, la alternativa de un proyecto de ley sigue en pie si el Ejecutivo no acata la declaración.


La lucha del Colón impacta en todo el andamiaje de ataque a los trabajadores de la política en curso. Hay más de 10.000 contratados en la Ciudad de Buenos Aires bajo condiciones de ilegalidad: contratos de locación truchos, contratos temporarios que se renuevan sin solución de continuidad o plantas transitorias igualmente falsas porque son empleos de años y años, como en el Colón. Estos mismos 299 compañeros vienen planteando a través de la Intercuerpos (gremial del Teatro) su efectivización desde el ’98, año en que se firmó un acta que establecía “concursos cerrados” que nunca se realizaron.


El último gran episodio del conflicto fue la firma de un acta por Genta y Datarmine directamente con Telerman, secretario de Cultura, prorrogando los contratos y prometiendo llamado a “concursos abiertos” sin precisar cantidad de cargos ni condiciones.


Esa acta fue denunciada por la Intercuerpos del Colón en su exposición ante la Comisión de Legislación, donde apoyaron el proyecto de ley de Altamira. En la siguiente sesión, de interpelación a Telerman, Altamira rebatió al secretario de Cultura, que dijo que el acuerdo dejaba atrás el conflicto. Denunció el chantaje patronal ejercido con el cierre de la Temporada, que constituía un lock-out destinado a amedrentar a los trabajadores con el fantasma de la pérdida de sus puestos de trabajo.


Pero, al mismo tiempo, Altamira impugnó la política de “reemplazar la producción cultural nacional por contratos con el exterior”, y denunció el desvío de una masa enorme de la facturación del teatro vía la Fundación Teatro Colón, tipificando esa política como de privatización. También denunció la creación de nuevas “direcciones” con sus gastos y su personal; la contratación de óperas de las cuales sólo una, por ejemplo, insume un millón trescientos mil pesos por cinco funciones; y la autocontratación de Renán como director de esas óperas mientras es director del Colón. El sueldo de Renán, se ‘aclaró’, es de ¡10.000 pesos! y no de 25.000 “como se dijo por ahí” (actas taquigráficas de la Comisión).


En el Presupuesto 2001, el gobierno de Ibarra no ha colocado un solo peso para la efectivización de los 10.000 contratados, que devengarían gastos por la sola liquidación de cargas sociales. ¿Cómo se los efectivizará si se cumple el pacto del FMI de congelamiento del gasto primario por 5 años?


Los municipales de Capital tienen planteada esta gran batalla: la efectivización de todos los contratados, que está en lista de espera para el tratamiento en la Comisión.


La declaración aprobada está llamada a ser una palanca de lucha para rearmar a los trabajadores del Teatro, hoy desmovilizados por la política del Sutecba.