Sindicales

23/3/2000|659

Un mes y medio de grandes movilizaciones docentes

A principios de diciembre pasado, por Acuerdo 185/99, el Consejo de Educación de Santa Cruz reformó las plantas funcionales de las escuelas, eliminando cargos docentes y avanzando en la fusión de grados. Desaparecieron las figuras de maestro coordinador, recuperador, nivelador, maestros de inglés, de computación, de ajedrez, proyectos de arte, cargos transferidos y otros. En la EGB significaba la reducción de un 10% de los planteles docentes (aproximadamente 300 cargos).


Ya antes de fin de año se realizaron asambleas que repudiaron esta medida y votaron el no inicio si se concretaban las cesantías.


En las negociaciones con las nuevas autoridades educativas, el sindicato logró impedir la fusión de grados en la localidad de Gobernador Gregores, que iniciaba sus actividades en enero. Docentes y padres organizados por la Adosac, se movilizaron también hasta obtener la seguridad de que los grados no se fusionarían y que los maestros quedarían con trabajo. Las autoridades emiten una Resolución que modifica el Acuerdo para esa localidad. Primer round ganado.


A medida que, en febrero, los maestros se iban reintegrando, la movilización fue tomando más cuerpo. Los docentes de Turbio marcharon hasta la vecina localidad de 28 de Noviembre, donde se instaló una carpa; en Río Gallegos, marcharon más de trescientos compañeros; días después una cantidad similar se manifestó en Caleta Olivia; luego, en Puerto Deseado marcharon 120 personas, en un hecho inédito; 100 en Truncado; 80 maestros en Piedrabuena; 2 movilizaciones en San Julián; 60 compañeros en Calafate, acompañados de los guardaparques; asambleas nunca vistas en Los Antiguos y en casi todas las localidades.


Ante la profundidad del movimiento, el gobierno, por un lado, rompe el diálogo, levanta las reuniones previstas en el Consejo de Educación para tratar el tema y organiza una “coordinadora de padres” contra los docentes. Pero, por otra parte, empieza a aflojar y emite dos resoluciones modificando el Acuerdo y devuelve unos 150 cargos. En algunas localidades ya no quedarían cesantes; en otras el problema subsiste, especialmente en la capital, Río Gallegos.


Todos los fines de semana se reúne el Congreso de Adosac, con la presencia, pocas veces vista, de todas las localidades, para lo cual algunos delegados transitan distancias de más de 1.000 km.


El 24 de febrero, la segunda marcha docente en Gallegos se topa con una contramarcha de funcionarios disfrazados de “padres”, que salen a enfrentar físicamente a los maestros en la calle. Al llegar al Consejo Provincial de Educación, tuvimos que frenar el avance de la columna oficialista, que quedó separada de la nuestra por un pasacalle. Los treinta minutos que duró nuestro acto fueron de gran tensión. La firme actitud de los maestros, en su inmensa mayoría mujeres, y el nivel de organización de nuestra columna, que estaba acordonada, nos permitió completar el acto y retirarnos organizadamente coreando consignas hasta nuestra sede gremial.


Tal fue la repulsa popular por esta patoteada, que la semana siguiente llamamos a una manifestación con el fin de repudiar a la patota y nos acompañaron delegaciones gremiales, estudiantes y hasta políticos, en una marcha que reunió a más de doscientos compañeros y recorrió las calles céntricas durante dos horas, con paradas en la Legislatura y en la Casa de Gobierno.


La Adosac se ha transformado en el centro de todas las protestas y del reagrupamiento de los sectores combativos.


En estas condiciones, se realizó el Plenario Intergremial, al cual asistieron delegaciones de desocupados de Las Heras y Caleta Olivia, el centro de estudiantes secundarios de Truncado, agrupaciones municipales de Gallegos, la delegación de judiciales nacionales, el centro de estudiantes de la universidad y casi todas las filiales de Adosac.


Al acercarse fin de mes, el gobierno siguió retrocediendo y accedió a la permanencia de numerosos cargos, pero sin instrumento legal.


Así se recuperaron los cargos de ajedrez, transferidos, recuperadores titulares y domiciliarios, y se anularon las fusiones. En total, más de 50 cargos.


Tal fue la presión, que el gobierno postergó el inicio de clases del 1 al 6 de marzo. El 1º, la Adosac logró levantar el Acto Público de ofrecimientos, debido a las irregularidades en las listas de puntaje. Ese acto se transformó en un acto de repudio al gobierno, con consignas y chiflatinas contra las autoridades. Finalmente, el acto tuvo lugar el sábado 4 y dejó a más de 70 compañeros sin cargo. Ese sábado se decidió en asamblea, con los cesanteados, instalar el ‘aguante’ frente al Consejo de Educación, con una casilla rodeada de carteles sosteniendo la denuncia pública de los despidos.


El Congreso de Adosac, el domingo 5, sesionó al final de la calle junto a los compañeros del aguante.


El día 6, se realizaron marchas en Caleta y en Gallegos. Toda esta última semana se sostuvo el aguante, con volanteos y junta de firmas solidarias. Se ha organizado un fondo solidario y varios gremios locales han dado su apoyo. Logramos imponer que se haga el Acto de ofrecimiento público en adultos y se recuperaron otros 7 cargos. Todo el esfuerzo está puesto ahora en el Recital de los Maestros en el Aguante, a realizarse el viernes 10 en la calle, con la participación de muchos artistas y bandas locales que se suman a nuestro reclamo.


La Adosac ha elevado propuestas concretas para recuperar los puestos de trabajo caídos y ha denunciado la superpoblación de las aulas, que da por tierra con el discurso de la ‘calidad’ educativa. Reclamamos que se desdoblen los grados numerosos y que donde no haya aulas para hacerlo se coloquen dos maestros. Reclamamos que se implementen todos los lenguajes artísticos. Reclamamos maestros de computación en todos los turnos… La lucha continúa.