Sindicales

13/5/2004|850

¡Un millón de trabajadores rurales en negro!

Los ultimos orejones del tarro

Los trabajadores rurales, junto a los pequeños y medianos campesinos, son los últimos orejones del tarro en el negocio del campo. Participantes de la industria más grande, la agrícolo-ganadera, sufren a lo largo y ancho del país condiciones laborales cercanas a la esclavitud, trabajo en negro, incumplimiento de los convenios, jornadas laborales extensas, etc.


Según estimaciones del sindicato Uatre, más de un millón de estos trabajadores ofrecen su fuerza laboral en negro (La Nación, 30/4), y la gran mayoría de los trabajadores blanqueados –principalmente, los peones generales– trabajan más horas y reciben pagas por debajo de lo establecido por los convenios.


La Comisión Nacional del Trabajo Agrario, creada por la Ley N° 22.248, y que actúa en el ámbito del Ministerio de Trabajo, es donde se negocian salarios y condiciones de trabajo. Está integrada por el Estado, la patronal (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Ltda. –Coninagro- y Federación Agraria Argentina) y el sindicato Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre).


Ya sabemos qué podemos esperar de este tipo de comisiones. La tarea está en nuestras manos. Hay que empadronar a quienes están en negro, luchar para que se sindicalicen, y después dar pelea por recuperar Uatre.


La ANT marcó el camino


En la Comisión de Movimiento Campesino de la ANT se denunció largamente esta situación, y toda la Asamblea votó unánimemente el siguiente punto de la resolución:


• Por el respeto del convenio del trabajador rural. 

• Por la lucha salarial y la jornada de ocho horas. 

• Por la anulación del trabajo infantil. 

• Por la recuperación de Uatre para los trabajadores.


Es necesario llevarlo a la práctica cuanto antes, para que los trabajadores rurales que producen la riqueza, no sean más los últimos orejones.