La legisladora macrista Victoria Morales Gorleri, presidenta de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, presentó sobre tablas en la maratónica sesión del jueves 3 un proyecto de ley para eliminar las elecciones de Juntas de Clasificación y Disciplina, e imponer el nombramiento desde los sindicatos con “mayor número de afiliados”. Con los votos del PRO y la “oposición” (interbloque K, Unen y aliados menores) se aprobó una ley en contra de la docencia y la educación pública.

Esta nueva legislación va más allá que la Ley Abrevaya de 2011, cuando se eliminaron las funciones históricas de las Juntas de Clasificación, pero se dejó en pie la elección de los miembros de Juntas por parte del conjunto de la docencia.

Las elecciones democráticas de los vocales de las Juntas de Clasificación y Disciplina docente son un obstáculo en las componendas entre el Estado y la burocracia sindical, ya que implica que la base docente tiene la posibilidad de elegir justamente a quienes no se subordinan a la política oficial para garantizar la trasparencia en el acceso a los cargos.

De esta manera, la dirección de UTE, y otros sindicatos burocráticos, se pasan directamente “al otro lado del mostrador”.

Ahora, esta dirección sindical tendrá de forma discrecional el control de todo el proceso de inscripción, elaboración de listados de orden de mérito, concursos y actos públicos de cargos de base y ascenso, junto con el gobierno, fusionándose con la patronal.

Esta medida es un ataque al conjunto de la docencia, que debemos rechazar.

La sesión legislativa del 3 de diciembre quedará en la memoria de la docencia como una jornada de máxima traición del kirchnerismo y la burocracia sindical de UTE contra el conjunto de la docencia, eliminando algo tan sensible como la posibilidad de elegir con el voto directo a quienes deben estar a cargo de velar por la transparencia en la carrera docente.

Ademys es el único sindicato que ha rechazado este proyecto de ley. Debe tenerse presente el hecho de que en las últimas elecciones de Juntas de 2011, la lista Ademys-Multicolor -de la que Tribuna Docente formó parte- logró capitalizar masivamente el voto de miles de docentes que buscaron una opción contra los sindicatos pro-gobierno, siendo la segunda lista más votada entre todos los sindicatos (Junta de Disciplina, donde votan todos los docentes de todos los niveles), y conquistando el primer o segundo lugar en 7 Juntas de Clasificación.

Llamamos al conjunto de la docencia a rechazar esta política profundamente antidemocrática, y repudiamos los pactos de las direcciones sindicales burocráticas con el gobierno macrista.