Sindicales

19/9/2002|772

Una Asamblea para la lucha en San Cristóbal-Boedo

En una asamblea multitudinaria, los desocupados de la Plaza Martín Fierro proclamaron su autonomía de la asamblea que los enmarcaba. Antes, se habían convertido en la comisión más dinámica y concurrida de dicha asamblea y, principalmente, la única que tenía como eje de su acción la organización, la movilización y la acción directa. De esta manera pudo arrancar a Promoción Social 311 bolsones de alimentos, votó e hizo efectiva su participación en el Acampe Piquetero y se convirtió en el semilllero de una camada de activistas luchadores por sus derechos (luchadoras, es mejor decir, ya que la mayor parte de sus integrantes son mujeres).


Un sector de la asamblea no veía con buenos ojos esta determinación, y pretendió imponerle que no tomara resoluciones ni tuviera bandera, votó en contra sus propuestas de movilización, no le permitía sacar volantes.


Los desocupados del barrio habían resuelto organizarse, y cuando la clase trabajadora toma esta determinación no hay fuerza que la detenga. A pesar de que lo intenten fuerzas disfrazadas de “izquierdistas”. Así, en reuniones clandestinas, en las que participaban el Pts, se “decidió” la expulsión de los militantes del Polo Obrero, la cual fue votada en una asamblea minoritaria y sin desocupados.


La respuesta fue contundente: en hoteles, casas ocupadas y precarias se discutió esta situación, y el día de reunión de la comisión de desocupados se asistió masivamente. Cincuenta y tres manos levantadas firmemente determinaron la autonomía de los desocupados de esa asamblea caduca; se votó la nueva organización asamblearia de trabajadores, desocupados y vecinos; la elección de delegados por hotel y por manzana; el desconocimiento de la expulsión y la reivindicación de los compañeros del Polo Obrero, y una delegación que hiciera valer el reconocimiento de la nueva organización.


Dos días después debutaron movilizándose a Promoción Social, donde alrededor de treinta compañeros exigieron y obtuvieron el reconocimiento de lo obtenido anteriormente, la fecha de una nueva entrega y el compromiso de entregar pañales y elementos para un merendero.