Sindicales

11/10/2012|1243

Una ‘CGT’ de gestores

La única carta de la nueva CGT que ¿conduce? Antonio Caló es haber realizado su congreso ante cinco inspectores del ministerio de Tomada. Caló tuvo que admitir una mesa “colegiada”, dividida por tercios entre los ‘independientes’ de Gerardo Martínez, los ex moyanistas que comanda Viviani y los “gordos”.


Los ‘gordos’ impusieron una agenda de reclamos que ya mismo justificarían la ruptura con Balcarce: eliminación del IVA en la canasta básica, universalización de las asignaciones que se acaban de fragmentar por parte de la Presidenta, un aumento “extraordinario” de las jubilaciones y la exención del impuesto a las ganancias para los trabajadores. Caló se plantó enseguida con un planteo contrario, cuando dijo que no llevarían reivindicaciones a la reunión con CFK. Esta camarilla, sin embargo, exigirá su participación en la Anses, el Pami y la Superintendencia de Salud. Pero no hay miras de que les devuelvan un peso de los 15 mil millones que el gobierno de Néstor y Cristina, sucesivamente, les usurpó a las obras sociales. El que sigue perdiendo en esta fluida crisis de la burocracia sindical es Barrionuevo: el gremio papelero, que revistaba en su CGT Azul y Blanca, se ha pasado el moyanismo, lo mismo que el plástico.


Esta CGT nace bajo la impronta de la crisis del gobierno kirchnerista, lo que significa que asistimos a una estatización que chocará rápidamente con sus límites.


Al mismo tiempo, Moyano le sacó el cuerpo a una movida masiva el 10 y suspendió la firma del petitorio por universalización de asignaciones. En este marco de crisis de la burocracia sindical, crecen los reagrupamientos independientes, como ocurrió recientemente en la UOM de Villa Constitución, en mineros, en la carne, entre los obreros azucareros (donde acaba de ganar una nueva dirección el Ingenio La Esperanza), luego de la gran lucha del Tabacal, o con el gran proceso de ruptura con Gerardo Martínez que referencia al Sitraic.


Por otro lado, todas las centrales están de espaldas a las grandes huelgas. Ahora, petroleros de Chubut, ayer Educación en La Plata o del reiniciado conflicto de Los Dragones. Por ellos marchamos el 10 con la consigna “Paro general, por 7.000 de básico, abajo el impuesto al salario y el trabajo en negro y la tercerización, salario familiar para todos de 700 pesos por hijo”.