Sindicales

9/3/2001|698

Una lucha heroica: balance y perspectivas

La lucha de la Coordinadora Departamental de San Martín acaba de terminar con la obtención (luego de levantado el corte en la destilería) de una veintena de puestos de trabajo y el compromiso de Refinor y Tecpetrol de incorporar a unos 600 trabajadores para las obras de dos gasoductos, conforme a los listados de la Coordinadora. Algunas contratistas pagarán los 2,50 pesos la hora, pero no se ha logrado generalizar este piso salarial. Había sido y es el reclamo central de esta lucha que se extendió por 23 días con dos piquetes en la zona de la destilería y tres piquetes solidarios en Mosconi, 40 kilómetros al sur. El corte pudo sostenerse todo ese tiempo porque la Coordinadora y sus dirigentes tienen la autoridad de haber encabezado las luchas de los últimos años y haberle impuesto a las empresas y al gobierno un conjunto de conquistas (aumento salarial, planes Trabajar, obras públicas, alimentos, etc.).


Luego del Congreso de las Comisiones de Desocupados de diciembre se avanzó, además, en una coordinación de las luchas de las cuatro comisiones (en esta última estaban Tartagal, Mosconi, Aguaray y Pocitos).


Este conflicto había conquistado el apoyo de las poblaciones, como pudo verse en el paro y abandono de planta que hicieron los 400 compañeros de Astra-Evangelista, que ante la amenaza de represión se movilizaron en camiones y recorrieron 40 kilómetros hasta llegar a reforzar el piquete principal. También ese día en Aguaray se produjo una autoconvocatoria y la ocupación de la planta de descarga de camiones, al mismo tiempo que se concentraban los compañeros de los planes Trabajar de Tartagal, en alerta. Las intervenciones públicas del Partido Obrero en los medios tuvieron mucha repercusión, siendo la única tendencia política jugada por el triunfo de los piqueteros. La lucha de los compañeros puso “el dedo en la llaga” y reavivó el repudio popular contra las petroleras que toda la vida han saqueado el departamento, que hoy tiene más del 50% de desocupación, serios problemas para el abastecimiento de agua potable y hasta ausencia de redes de gas domiciliario en una cuenca gasífera por excelencia (la segunda productora de gas del país).


Todo esto, sin embargo, no alcanzó para derrotar al gobierno y a las empresas.


Tecpetrol es Techint y Techint es Machinea, Tizado y Cia *es decir, el gabinete económico*; Refinor es de Perez Companc. Esta es una lucha que golpeaba en el corazón del gobierno, para triunfar había que convertirla en una lucha de todo el pueblo, había que convocar asambleas populares en cada localidad para organizar el paro activo con cortes en toda la zona, por los 2,50 pesos de mínimo y por el fondo hidrocarburífero de 200 millones en base a la ganancia de las petroleras para industrializar la zona. Para ganar hay que mejorar la organización de la Coordinadora, editar un boletín propio, extender la elección de delegados de todos los trabajadores ocupados y desocupados y preparar un nuevo Congreso Departamental que discuta un balance y relance la lucha, en la perspectiva de un Congreso Nacional de Piqueteros que permita unificar un programa y las medidas de lucha en todo el país.