Sindicales

20/2/2003|790

Una lucha que recién empieza

El lunes 27 de enero en el gremio de empleados de comercio estalló un conflicto cuyas causas motivaron una rebelión en los Supermercados San Cayetano, que amenaza con profundizarse y cuyas perspectivas tienden a involucrar a todo el gremio detrás de un programa de reivindicaciones comunes.


Jornadas de 14 a 20 horas diarias, sin francos; bonos de compras restringidas; vales en lugar de sueldos; maltrato al personal; amenazas; traslados a sucursales lejanas como despidos encubiertos y, en síntesis, una sistemática violación de todas las leyes laborales vigentes.


Este ha sido el conjunto de los aspectos relevantes del régimen laboral que en San Cayetano colmaron la paciencia de los trabajadores.


La toma de las sucursales (el equivalente al piquete en la ruta) fue el método al cual recurrieron cientos de despedidos para enfrentar a la patronal.


El negrero de Pedro Reynoso tuvo que echar mano de todos sus contactos e influencia para el primer acto de justicia con que los trabajadores despedidos (en su mayoría provenientes de los planes Jefes) hicieron temblar las sucursales de la firma.


Actualmente todos los luchadores consecuentes han arribado a una idea general: la defensa de la fuente de trabajo y el inmediato y total pago de la deuda salarial que la firma tiene con los empleados.


Sin embargo, es necesario destacar que en este enfrentamiento los trabajadores deberán elaborar un plan que supere el sacrificado y heroico esfuerzo que demostraron en el inicio de este conflicto, que tiene en su seno el sello de todos los negreros del gremio del comercio.


Consideramos que en primer lugar se debe promover la consolidación de una coordinación de la lucha que actualmente sigue en pie en distintas sucursales, acompañadas del murmullo de que en las demás no se descarta seguir el ejemplo de las tomas. Y para ello en todas las sucursales se tienen que nombrar delegados para respaldar los primeros intentos de esta coordinación que ya se ha venido realizando.


Es indudable que un factor de lucha que puede respaldar masivamente este esfuerzo se encuentra en las jornadas de lucha del movimiento piquetero, terreno desde el cual la solidaridad ha estado presente, con el Polo Obrero desde el primer día de lucha en todas las sucursales en donde los empleados se decidieron por la acción directa.


Hay una salida y ella está representada por la colectivización del conflicto, obligando al Estado a intervenir en él, exigiendo al Sindicato de Comercio y a la Federación de Empleados de Comercio a que den la cara y en todo caso desenmascararlos ante los miles de trabajadores; e indudablemente la herramienta fundamental para doblegar a la patronal es la movilización de los trabajadores (despedidos y todavía no despedidos) de San Cayetano.


La realidad enfrenta a los trabajadores con una patronal en franco proceso de descomposición que dirige una estructura económica que se derrumba.


Más de 60 sucursales de una firma concursada que no sólo no ha pagado sus deudas sino que las ha incrementado (ahora les debe a miles de obreros). No ha pagado las cargas sociales a pesar de haberlas descontado religiosamente.


Se ha presentado públicamente con una Cooperativa S.A. desde la cual tomó 3.000 compañeros de los planes Jefes para explotarlos en forma espantosa y luego echarlos a la calle sin pagar indemnizaciones de ninguna índole.


En síntesis, la realidad de San Cayetano es un amontonamiento de irregularidades que presume la comisión del delito de estafa.


Los trabajadores lo están percibiendo y los más adelantados ya han iniciado el trabajo de organización necesario para vencer.


Sin dudas de ninguna naturaleza, el Polo Obrero ha de respaldar con todas sus energías esta decisión.