Sindicales

9/11/2000|687

Una nueva dirección que propone un Congreso Nacional de Desocupados

Los compañeros piquete­ros volvieron a la ruta. Can­sados de actas-acuerdo que no se cumplen y ante la caída de los planes de empleo (Tra­bajar y Peí), volvieron a ocupar la ruta en el acceso norte de Tartagal. El detonante fue la decisión de Homero de construir una ruta alternati­va en complicidad con los finqueros y las petroleras, a un costo de 1.600.000 dólares al único efecto de minimizar los efectos de los cortes de ruta.


En este nuevo corte se es­tán afirmando nuevos diri­gentes, activistas natos y organizadores clasistas. Los punteros y los aprovechadores de los cortes anteriores  hoy no tienen participación.


Otro dato importante es la inclusión del reclamo de que la hora de trabajo se pa­gue a 4 pesos para la categoría de ayudante en todas las actividades y la reivindicación de un salario mínimo. Está presente en el comité del corte un representante de los trabajadores Atahualpa (empresa de transporte de pasajeros del cuñado de So­mero) que luchan contra los despidos, para que se les pa­gue la deuda por salarios y contra el intento de reducir la indemnización, y por la destitución del representante de la Uocra por “indefensión gremial”.


El pliego reclama la puesta en marcha de 1.000 puestos del ´plan trabajar´ por un salario mínimo de 280 pesos (contra los 120 pesos que plantea ahora la Alianza) y exige, alternativamente, un subsidio de 300 pesos por familia, aunque insistiendo en que “queremos trabajos genuinos y no esta miseria temporaria”. Por primera vez en la historia de los cortes de Tartagal se plantea el reclamo de un subsidio al desocupado.


El reclamo de los piqueteros toma características de un programa de conjunto, cuando plantea la triplicación de las regalías que deben pagar las petroleras y que, asimismo, éstas financien la reforestación de las áreas explotadas.


El programa ha dejado de lado los reclamos de créditos y subsidios y a las Pymes locales, presentes en anteriores pliegos,  porque este mecanismo se revelo contrario a los trabajadores y a favor de los negocios de un sector de la pequeña burguesía


“No vamos a envejecer cortando rutas” 


En el nuevo corte de Tar­tagal están participando unos 400 trabajadores, lo que significa un salto en la orga­nización pues es la unidad de las comisiones de desocupa­dos de Tartagal, Pocitos. Aguaray y Mosconi.


La maduración del movi­miento se manifiesta en el llamado a “unificar nuestros reclamos y constituir una Coordinadora Nacional de Piqueteros para realizar un reclamo de conjunto, ya que no queremos envejecer cor­tando rutas”. Propone un Congreso Nacional de Traba­jadores y Desocupados para elaborar un programa econó­mico y social que signifique una salida para los explota­dos.


Los dirigentes del corte están evaluando la convoca­toria a las organizaciones de todo el departamento para decidir una acción en común.


Los piqueteros han vuelto a la ruta, pero con conclusio­nes más profundas.