Sindicales

20/4/2017|1454

Una planta militarizada


Una cárcel. En eso fue transformada la planta gráfica AGR-Clarín luego del desalojo de los obreros, que mantienen una carpa de lucha en la puerta de las instalaciones. La patronal del grupo liderado por Héctor Magnetto convocó a un grupo de carneros y barrabravas para hacer un muro que impide observar qué ocurre dentro de la fábrica de Pompeya. A la vez, el Estado -que ya había realizado un operativo de desalojo con equipos policiales equipados como para ir a la guerra- proveyó de uniformados con armas y perros entrenados que custodian, desde adentro, el establecimiento. Las fuerzas de seguridad portan uniformes que no tienen nada que envidiar a los que usaban las SS y cubren sus rostros con equipos a tono. No contentos con el despliegue policial dentro de AGR, la vigilancia externa se reforzó, al punto que servicios de inteligencia de civil fueron descubiertos filmando el acampe de los obreros. En el video se ve cómo los trabajadores expulsan a los vigilantes.


 


“Esto es una metáfora de la Argentina -dice Pablo Viñas, secretario general de la Comisión Interna de AGR-Clarín a Prensa Obrera-: de un lado, los obreros que reclamamos por nuestros puestos de trabajo en un acampe en la puerta de la fábrica; del otro lado, un muro, alambre de púa, policías, elementos parapoliciales y perros entrenados custodiando los despidos y el cierre trucho de la empresa”.


 


Más que nunca, hay que seguir apoyando a los trabajadores de AGR-Clarín en lucha por su reincorporación a la planta gráfica.