Sindicales

9/12/2010|1158

Subte: Una puñalada trapera de Tomada

Al tener acceso a la letra de la resolución del Ministerio de Trabajo por la que se inscribe a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro como Asociación Sindical, los trabajadores descubrieron que lo que ya se festejaba como un triunfo de los luchadores del Subte: no pasaba de ser otra puñalada por la espalda más del ministro kirchnerista.

Efectivamente, el ilustre asesor y abogado de burócratas se cuidó al momento de redactar la resolución y de hacerlo con total perfidia, bajo el inciso C del artículo 10 de la Ley de Asociaciones Sindicales (23551), esto es, como sindicato de empresa. Siendo que la AGTSyP, lo solicitó, hace más de dos años, como sindicato de actividad para todos los trabajadores del subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires (inciso A).

¿Dónde está la trampa? En que según otro artículo de la ley 23551, el Nº 29, “Sólo podrá otorgarse personería a un sindicato de empresa, cuando no obrare en la zona de actuación y en la actividad o en la categoría una asociación sindical de primer grado o unión”. En este caso, la Unión Tranviaria Automotor. Conclusión: mientras la UTA exista en el subte, jamás la AGTSyP obtendría su personería gremial, a pesar de contar con una mayoría abrumadora de afiliados en la actividad, en una proporción de 2.000 a 400.

La vía legal de apelación es recurrir a la Cámara que dictó el fallo favorable a la inscripción, para que indique al Ministerio que la resolución que emitió violenta el carácter del pedido realizado y bloquea definitivamente la posibilidad de que la AGTSyP obtenga su pleno reconocimiento. Pero esto implica que la nueva situación es más desfavorable que la previa al trámite, ya que subordina definitivamente a la UTA a la masa de trabajadores que decidió por el voto plebiscitario abandonar sus filas.

Si Tomada mantuviera en pie su provocación, el recurso legal iría a la Corte Suprema, la que no se expedirá por tres o cuatro años. La política del ministro K está clara y sintoniza con el nombramiento de Yasky como interventor de la CTA: congelar el frente del subte, en este caso hasta más allá de las elecciones de 2011.

Dado este cuadro, no hay otra opción que acompañar la apelación de la medida con un plan de paros y movilizaciones, para obligar a Tomada a allanarse a los términos del pedido del único sindicato genuino que existe en el subte. Nos quieren obligar a la convivencia de un sindicato de segunda con la UTA. Es despejando este camino que podremos encarar la aprobación de un estatuto democrático y la elección del nuevo cuerpo de delegados y una comisión directiva representativa.