Sindicales

25/10/2018

Una respuesta a Izquierda Socialista sobre la lista Negra del Sarmiento

En una nota sobre las próximas elecciones ferroviarias IS acusa al “PO, al MST, al PTS y a algunos ex delegados de Emfer” de haber formado en el Sarmiento una lista – la Negra –“que divide a los luchadores”, similar a la que el PTS armó en Aten (docentes neuquinos) luego de romper “con la lista Multicolor”.


La nota presenta a la Bordó como víctima de “acusaciones falsas” por parte de la Negra, como la de ser “una conducción burocrática al igual que la Verde”.


Sin embargo, jamás la Negra puso un signo igual entre la Bordó y la burocracia pedracista. No estamos debatiendo la trayectoria de la Bordó y sus posicionamientos frente al cierre de Emfer, el asesinato de Mariano Ferreyra, las reivindicaciones de la Mujer o el entramado de corrupción que desembocó en la masacre de Once. Por eso el Pollo Sobrero es uno de los referente del Plenario del Sindicalismo Combativo, que varias de las corrientes que integramos la Negra hemos puesto en pie junto a la UF de Oeste. Y por eso también hemos formados listas de unidad en el Belgrano y en el Mitre.


Al mismo tiempo señalamos que no es lícito escudarse en un recorrido o en la lucha común que libramos en un plano más amplio para evitar el debate concreto sobre las divergencias en el Sarmiento. No se trata de “no pisarse los callos” sino de debatir fraternalmente esas divergencias y confrontarlas.


Del Encuentro Ferroviario a la Lista Negra


El reagrupamiento que dio lugar a la formación de la Negra – en él intervienen activistas de larga actuación en Sarmiento y otros menos antiguos – se viene gestando desde hace tiempo y emerge ahora, por el avance de la flexibilidad (que dio un salto con el nuevo convenio colectivo firmado por Sassia) y una discrepancia de fondo con la respuesta de la Seccional o, mejor dicho, con lo que consideran una falta de respuesta.


Ya en la elección anterior, dos años atrás, que la Bordó ganó con amplitud, un enorme sector del padrón “votó con los pies”, dando la espalda a la burocracia pero también a la Bordó.


En lugar de sentenciar que los compañeros de la Negra “en ningún momento quisieron ser parte o apoyar el proceso de lucha que viene llevando adelante la Bordó” sería más útil preguntarse si hubo en el Sarmiento una política adecuada para acercarse a ese activismo, ajeno a la Bordó, y sobre todo procesar los debates que le planteaban. La existencia de listas unitarias en otros lugares y no aquí, merece una reflexión.


La elección por secciones


El rechazo a la “apertura de listas o las roscas por cargos”, que la Negra expresó en uno de sus volantes, fue en defensa del método de elecciones por sectores, la forma más consistente de efectivizar el frente único, opuesta al armado “desde arriba” siempre arbitrario.


En innumerables gremios (los Sutebas, el Sutna, etc.) las agrupaciones presentan sus candidatos a delegados y, muchas veces, compulsan entre sí previamente para unificarse ante la burocracia, sin que nadie acuse a nadie de “privilegiar los intereses de aparato por encima de las necesidades de los trabajadores”. Así fue recientemente en el Garraham, donde las agrupaciones del PO e IS votaron separados,


Las “listas sábana”, es verdad, están establecidas en el estatuto de la Unión Ferroviaria; pero nada impide confeccionar esas “sábanas” mediante una elección previa por sectores, con el fin de integrar a los compañeros más reconocidos. Desechar esa propuesta con un argumento “estatutario” es o bien un gesto “antidemocrático” (esta sería otra “falsa acusación” de la Negra) o bien una adaptación a las reglas de juego fijadas por la burocracia.


El rechazo a la elección por secciones fue tanto de la Verde como de la Bordó.


La Negra y el Plenario Sindical Combativo


No es cierto, por último, que el tema de la Negra no se haya abordado nunca en las reuniones del PSC, como dice la nota.


Se hizo incluso en presencia de compañeros ferroviarios de la Bordó, cuando el PO planteó un debate sobre la elección de Aten y la presentación por separado del PTS y el MAS. Esa sí, una lista divisionista, ya que debilita a la conducción de la Seccional Capital y la posibilidad de recuperar la provincial de manos del kirchnerismo; posibilidad concreta luego del papel desempeñado por la Multicolor en la huelga triunfante de principios de año.


En aquel debate también se pretendió hacer un parangón con el Sarmiento pero las diferencias son notorias. Ante todo, en Aten las listas estuvieron abiertas a la integración de otros sectores (más aún, el PTS era parte de ellas y se retiró) mientras la dirección de la Seccional Oeste no tuvo ninguna orientación para sumar al activismo combativo a su lista o confluir con él de algún modo.


Por la oficialización de la Lista Negra del Sarmiento


Afirmar, como hace IS, que la constitución de la Lista Negra “sólo favorece a la burocracia sindical, a la patronal y al gobierno”, es un exabrupto. La disputa fundamental de la Negra es con la burocracia pedracista, que al momento de escribir esto aún se niega a oficializar a “los 52 candidatos de más de 20 sectores”, presentados en tiempo y forma por la Negra. Es indudable que el pedracismo, dividido en varios lugares, caracteriza a La Negra como una amenaza y un refuerzo para el campo antiburocrático.


Lo que corresponde es que todos los sindicatos, y en especial la Seccional Oeste, se pronuncie por la oficialización inmediata de la Lista Negra.


Sigamos construyendo el PSC


La nota de IS llama “a todos los sindicatos y cuerpos de delegados combativos y opositores, como el Sutna, los Suteba Multicolores y AGD UBA” a repudiar la presentación de la Negra, contradictoria con “una coordinación genuina y unitaria para desarrollar una nueva dirección de la clase trabajadora”, una idea fundacional del Plenario del Sindicalismo Combativo.


Pero no hay ninguna contradicción en luchar por una nueva dirección a partir de los acuerdos existentes y confrontar las divergencias, bajo la forma de un volante, un artículo polémico o incluso una lista. Recordemos que la del Sarmiento es una elección de Cuerpo de Delegados, en la que no se juega el predominio del sindicalismo combativo, ya que tanto la Bordó como la Negra, se reivindican de este modo.


Esto mismo ocurre en infinidad de frentes y sindicatos, porque no existe suficiente homogeneidad entre las distintas corrientes que se reclaman del clasismo o del sindicalismo de izquierda.


Llamamos a los compañeros de IS a confrontar posiciones, lealmente, y desarrollar una lucha unitaria contra la privatización del ferrocarril y la complicidad de la burocracia Verde con los planes oficiales, mientras continuamos construyendo en común el Plenario del Sindicalismo Combativo.