Sindicales

19/4/2007|988

Una ruptura sin futuro

Con un comunicado público, sin debate, a espaldas de su principal organización y miembro fundador, cuatro agrupaciones han excluido al Polo Obrero del Bloque Piquetero. En un texto políticamente confuso y repleto de falsedades, dicen que nos colocamos fuera del Bloque por llevar banderas del Partido Obrero en la columna del Polo Obrero el 24 de Marzo. Plantean que esto sería una “partidización”, e incluso una “maniobra electoral”. Revisemos esto en más detalle:


1. El Polo Obrero ha votado en sus congresos y ha discutido en sus asambleas la política de aportar a la construcción de un partido de la clase obrera, clasista, revolucionario, independiente del Estado, los partidos patronales y la burocracia sindical. Nuestra estrategia está unida indisolublemente a la construcción del Partido Obrero, sin quitarle al Polo Obrero ni su funcionamiento orgánico en asambleas, cuerpos de delegados, mesas de dirección y diversos equipos específicos, así como su propia acción reivindicativa, propia de cualquier organización genuina de la clase obrera.


Recordemos que la primera Asamblea Piquetera Nacional tuvo como miembros informantes a tres dirigentes políticos: Claudio Lozano, Norma Nassif y Jorge Altamira. Es decir que, desde el vamos, el movimiento piquetero buscó una salida política.


En este marco hemos tenido importantes definiciones políticas comunes con diversas organizaciones, en el marco del Bloque Piquetero Nacional y las siete Asambleas Nacionales de Trabajadores. En todos los casos se ha respetado la construcción política que cada organización impulsa, fuese la construcción de un partido u orientaciones más difusas. Hemos sido, de conjunto, un ejemplo de verdadera democracia de los trabajadores y de libertad de tendencias políticas en el campo de la independencia de la clase obrera.


Las rupturas más significativas contra el Bloque Piquetero (MTR de Roberto Martino, MTL del Partido Comunista) han reflejado una ruptura, justamente, con esa estrategia, para acercarse a la centroizquierda y los partidos patronales. ¿Alguien imagina que el PC pudiese impulsar el voto “crítico” a Filmus-Heller si el MTL hubiese permanecido en el Bloque Piquetero? Al calor del Argentinazo y de las puebladas piqueteras, el Bloque y la ANT fueron un puntal para barrer con las prácticas de regimentación contra la militancia revolucionaria y de izquierda que impone la burocracia sindical siempre que puede. Esta regimentación, fuertemente presente en los inicios del movimiento piquetero, sobre todo a través de la CTA, es funcional a la integración al Estado. Ahí están D’Elía y Depetri como ejemplo, por si a alguien le queda alguna duda sobre el destino final de la “autonomía política”.


En siete años de movilizaciones conjuntas en el Puente Pueyrredón, en las marchas federales, en el 20 de Diciembre, en las ANT y cada una de sus acciones de lucha, en los acampes, nadie nos ha hecho bajar los carteles y banderas del Partido Obrero que los compañeros del Polo elegimos levantar en nuestras columnas, ni nosotros hemos pretendido regimentar la expresión política que haya levantado en su seno ninguna otra organización.


Que el Polo sea un constructor del Partido Obrero y lo exprese en sus manifestaciones públicas no sorprende a nadie, porque el Polo fue fundado y es orientado por el Partido Obrero. Y justamente con esa estrategia política nos hemos apegado estrictamente a cada acuerdo político y a la estrategia general del Bloque Piquetero.


2. Sobre maniobras electorales, sólo un cretino puede pretender que se considere una “maniobra electoral” que el Partido Obrero y el Polo Obrero marchen a la Plaza de Mayo con todas sus banderas y columnas desplegadas un 24 de Marzo… Lo que se presenta como una “maniobra” o “ruptura de hecho” es la conducta de lucha a cara descubierta contra el Estado que nos caracterizó cada año con Memoria, Verdad y Justicia.


¿Qué ha cambiado entonces? ¿Qué preocupa a estas agrupaciones? Una, el MTR-12 de Abril integra el MIC, junto a tendencias francamente burocráticas de los sindicatos, como Claudio Marín de telefónicos o Miño de ATE Capital, que va con la Verde de De Gennaro. Otra, la UTL, integra un acuerdo electoral con el MST y algunos figurones extrapartidarios, que debutó con declaraciones y acciones conjuntas (¡en defensa de las libertades democráticas!) con el Frente para la Victoria en el distrito en el que militan, Presidente Perón.


Entendemos que la ruptura del Bloque Piquetero es un paso en falso para el movimiento en su conjunto, en vísperas de las duras batallas que nos esperan.


Recientemente, el Bloque jugó a favor de un 24 de marzo independiente del gobierno.


En la provincia de Buenos Aires, la candidatura de Scioli, en sintonía total con la Bonaerense de Fanchiotti y Etchecolaz, la Iglesia y los intendentes del conurbano, prefigura un recrudecimiento en el combate para defender el lugar ganado en las barriadas por el movimiento piquetero contra los punteros del Estado, para defender las conquistas actuales, ya que sólo sobre esa base podemos seguir desenvolviendo las luchas por vivienda, por trabajo, por las condiciones de vida en los barrios, por organizar la juventud que nos planteamos hoy.


El Polo Obrero será un factor, como hasta ahora lo fue el Bloque, de unidad del movimiento piquetero con la clase obrera y de unidad e independencia política y de clase contra el gobierno Kirchner y la burocracia sindical. Esperamos una reflexión en las filas de estas agrupaciones: UTL, MTR-12 de Abril, FTC-29 de Mayo, MBL, que pueda corregir el curso emprendido. El viraje antipartido abre paso a combinaciones políticas dudosas, con un destino incierto.