Sindicales
26/6/2003|806
Una victoria aplastante
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Tal cual lo habíamos percibido en la recorrida de escuelas, el apoyo y la simpatía por un cambio en el Suteba Lomas se verificó como cierto.
La victoria fue inapelable: 55% de la Lila Rosa, contra el 24% de la Celeste y el 19% de la Bordó.
Ganamos hasta en la urna sede. La presentación de la tercera lista, la Bordó, aliada política de la Celeste en la campaña de difamación y macartismo, no logró engañar. Eramos la lista de los delegados que combatimos denodadamente contra la traición del 2001 y en el 2002 ocupamos el Consejo Escolar, la DGE y el Ioma, defendiendo las conquistas que nos quería arrebatar el gobierno de turno.
El anticipo de la bancarrota de una dirección sindical acabada, lo dio el desembarco de cerca de 25-30 fiscales, que fueron traídos desde municipios del interior de la provincia (Municipio de la Costa, Lobería). Como también el triste espectáculo de una fuerza de custodia pretoriana, que se colocó a lo largo de la entrada del sindicato, como si esto fuese a impedir la derrota. A medida que se conocían los cómputos, se fueron retirando uno a uno sin pena ni gloria. El último que se fue rumiando nuestro triunfo fue Roberto Baradel.
Tenemos un enorme desafío: que los docentes de Lomas vuelvan a confiar en su sindicato, como herramienta de lucha. Llenar el sindicato de contenido y de compañeros. Demostrar que el compromiso que asumimos por escrito en nuestros materiales, comienza a ser realidad. A partir del 4 de julio, cuando nos hagamos cargo de conducir Lomas de Zamora, otra historia comenzará a escribirse.