Con 210 docentes universitario acreditados, el martes 5 sesionó la asamblea general de afiliados/as de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (Adiuc), que declaró el no inicio del ciclo lectivo y adherir al paro del próximo 14 de marzo convocado por todos los gremios universitarios.

El sistema universitario nacional está sufriendo unos de los peores ataques en las últimas décadas. Al congelamiento presupuestario, que cuestiona lisa y llanamente el funcionamiento operativo de las universidades, se suma el ajuste salarial sobre la docencia.

Vale recordar que el aumento del 16%, impuesto unilateralmente por el gobierno de Milei, lejos está de equiparar el 70% de inflación acumulada en los últimos tres meses. Más grave aún es el hecho de que tras la anulación de la paritaria nacional y el congelamiento de la garantía salarial gran parte de la docencia ni siquiera percibió ese magro 16% (en la UNC esto representa el 32% de los cargos según reconoce el sindicato), lo que implicó que incluso que algunos docentes cobraran menos nominalmente que el mes anterior. Mientras que la eliminación del Fonid impactó de manera directa en el bolsillo de los preuniversitarios.

Sin lugar a dudas estamos ante un recorte brutal sobre salarios que ya se encontraban bajo la línea de la pobreza.

En sintonía con este ataque, los rectores son quienes están aplicando el ajuste de Milei en cada una de las universidades. Sin ir más lejos, hace apenas unos días el Rectorado del radical Jhon Boretto impulsó la aprobación en el HCS de una “redistribución” presupuestaria sobre los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba: un eufemismo para ocultar el ajuste. Se trata de la antesala para posibles despidos en el multimedio dependiente de la UNC.

En este contexto, las resoluciones de la asamblea general del 5 de  marzo reflejan la enorme disposición a la lucha de la docencia preuniversitaria y universitaria, y marca un rumbo para poner en pie un gran frente único en defensa de la universidad pública.

La lucha por el paro

A lo largo del debate, docentes de numerosas unidades académicas reflejaron la crítica situación por la que atraviesan las facultades y escuelas preuniversitarias. El reclamo de poner en marcha un plan de lucha fue contundente. Esto se plasmó en diferentes intervenciones y mandatos que reclamaron el no inicio con paros activos y progresivos.

En esa línea, docentes de la Facultad de Comunicación vinieron con mandato de no inicio de clases, con el cese de toda actividad académica; mientras que la asamblea del Manuel Belgrano reclamó un paro de 48 hs para la semana del 11/3 al 15/3, con paros progresivos en las siguientes semanas.

A contramano de las voces que mayoritariamente reclamaban un plan de lucha inmediato, desde la conducción del sindicato se sostuvo que no habría condiciones para ir al paro, y que es momento de “fortalecer el músculo” con foros, conferencias y diversas instancias de debate. En palabras del secretario general Javier Blanco, “hoy un paro favorece a Milei”. En su lugar proponían patear todo para mayo, y preparar una “contra cumbre” al Pacto de Mayo de Milei y los gobernadores.

El argumento del oficialismo radica en la imagen positiva que aún conservaría el mandatario, pero omite que las políticas de destrucción salarial y educativa no se frenan más que con la intervención organizada de la comunidad universitaria en la calle. Así fue en 2005, 2011, 2018, y así será ante esta nueva declaración de guerra contra las universidades.

Respaldados en la enorme lucha que está protagonizando la docencia provincial, desde el Frente Docentes en Lucha impulsamos una moción en sintonía con el planteo del Manuel Belgrano, que consistía en impulsar un plan de lucha progresivo con paro y movilización de 48 hs para la semana del 11/3 al 15/3, de 72 hs para la siguiente, adherir a los paros nacionales de Ctera, convocar a la comunidad educativa poniendo en pie una asamblea interclaustro y un comité de lucha que permita coordinar con los trabajadores de los SRT y Conicet. Asimismo, propusimos el llamado a una nueva asamblea general para definir la continuidad del plan de lucha el 22/3.

Con este plan propusimos la defensa de un programa: 100% de aumento con indexación automática, actualización de la garantía salarial, restitución del Fonid e incorporación al básico, ingreso a carrera de interinos, basta de trabajo ad honorem. Defensa del 82 y 85% móvil y la obra social. Triplicación del presupuesto más indexación mensual.

Los esfuerzos denodados de la conducción por diluir y aislar el plan de lucha definido por el Manuel Belgrano no lograron proceder enteramente. Tras tres horas de debate se votó por unanimidad el “no inicio con paro el 13/3 y la adhesión al paro nacional universitario del 14/3; como así también una semana de paro activo del 18/3 al 22/3, donde las diferentes unidades académicas definirán la “modalidad” del no inicio, poniendo en pie diversas actividades.

Preparemos el no inicio

La resolución de la asamblea general marca un espíritu y un norte, pero debe ser preparado para establecer un punto de concentración de todas las unidades académicas y la comunidad universitaria en apoyo a la lucha docente y en defensa de la universidad pública.

La primera parada se encuentra en las jornadas del 13 y 14, que tienen que ser acompañadas con una enorme movilización en unidad con la docencia provincial. Hacia semana del 18 es necesario reunir las asambleas de las diversas unidades académicas para coordinar jornadas de debates, clases públicas, y definir una movilización hacia el rectorado en unidad con estudiantes y trabajadores no docentes. En este punto, madura la necesidad de convocar a una asamblea interclaustro, forjando la necesaria unidad con el masivo movimiento estudiantil que ve cuestionado su derecho a estudiar.

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