El gremio metalúrgico acumula 20 mil despidos y suspensiones desde principios de año, según reconoció el secretario de interior de la CGT y dirigente de la conducción de la UOM, Francisco “Barba” Gutiérrez (El Cronista, 31/10).

 

Claramente, las patronales descargan la crisis económica sobre las espaldas de los trabajadores.

 

Lo que omite decir Gutiérrez, sin embargo, es que la conducción de la UOM tiene su responsabilidad en esta situación, al no impulsar ningún tipo de plan de lucha y pactar suspensiones con las patronales bajo el pretexto de evitar despidos, como ocurrió recientemente en Córdoba (La Voz del Interior, 3/9; PO 1410) o en Acindar de Villa Constitución, en marzo (Infogremiales, 17/3).

 

El seguidismo de Caló al kirchnerismo y la tregua de la CGT con el macrismo ha hundido, además, el sueldo de los metalúrgicos. 

 

En contraste, existe una disposición en las bases metalúrgicas a luchar. Los obreros de la empresa Rodolfo Stockl, en el Parque Industrial de Burzaco, resolvieron un paro frente a dos despidos sin causa en una asamblea desarrollada en la mañana de hoy.

 

El dato sobre la situación en la UOM se conoce en momentos en que arrecian las suspensiones y despidos: en el neumático, en la industria automotriz, en la industria textil (han cerrado importantes plantas como TN Platex en Chaco). En el petróleo, los despidos alcanzarían a 5 mil trabajadores.

 

La clase obrera necesita enfrentar los despidos como parte de un programa de conjunto que incluya también la reapertura de las paritarias, un aumento de emergencia a los jubilados, y la anulación del impuesto a las ganancias sobre los salarios.