Sindicales
4/2/2016|1398
UOM: despidos, paros y piquetes
El lunes 1˚, cuando los trabajadores de la brasileña Allervard Rejna (ex Liggett) llegaron a la planta se encontraron con una dotación de la Infantería dentro de la planta y la noticia de 14 despidos
Seguir
El lunes 1˚, cuando los trabajadores de la brasileña Allervard Rejna (ex Liggett) llegaron a la planta se encontraron con una dotación de la Infantería dentro de la planta y la noticia de 14 despidos. La patronal cumplió con su aviso de que iba a despedir (ver “Las patronales preparan despidos” PO Digital 21/12/15). Eso se lo había planteado a los delegados en noviembre, ante el rechazo actual preparó la situación: se sobreestoqueó, acumuló producción en un depósito clandestino y con la complicidad del gobierno, que metió policías en la planta y en el depósito, produjo los despidos. La reacción de los trabajadores fue inmediata: paro total y permanencia en la planta. Como descubrieron el depósito, un piquete fue a bloquear los portones del mismo (al escribir este artículo se mantenían todas las medidas de lucha y negociaciones en el Ministerio de Trabajo provincial).
Los trabajadores denuncian que el propósito de la patronal es “tercerizar” el funcionamiento de la misma en 5 ó 6 empresas, y desviar parte de la producción a las plantas de Brasil.
Mientras, la fundidora Sturam, también autopartista, produjo seis despidos (algunos contratados), allí también los trabajadores fueron al paro, aunque el conflicto es dirigido por la burocracia de Urbano que reclama el pago del 100% de las indemnizaciones. En Valeo, el despido de un trabajador que estaba con carpeta médica despertó la reacción del resto, que tienen conciencia de que la patronal va por muchos más despidos por lo que, en asamblea, reclamaron el paro total. Los delegados de la burocracia terminaron metiendo el paro de dos horas por turno.
Los 53 trabajadores (de 200 que había hace un año) de RAR, una autopartista que trabaja para grandes automotrices y hoy se encuentra paralizada, vaciada progresivamente por la patronal que ahora ha pedido la quiebra, han decidido salir a la lucha y el martes produjeron un corte de ruta frente a la planta (que están custodiando) y el día 1º acudieron a la convocatoria del Partido Obrero frente a la Legislatura. Han logrado sacar la situación a la luz y reclaman que el Estado se haga cargo de la reapertura, de la continuidad del salario de los trabajadores y de poner a la fábrica en funcionamiento.
A la par de estos despidos están anunciadas suspensiones en otra gran autopartista que es Maxion Montich, que presentó un recurso preventivo de crisis que los delegados rechazaron. Hay negociaciones pero todavía no se ha definido la situación.
A su vez, se han anunciado suspensiones en todas las plantas automotrices: Fiat, Volkswagen, Iveco y Renault.
Despidos y suspensiones, estrategia patronal
De la situación se debe destacar en primer lugar la reacción y la lucha de los trabajadores, porque enfrentan los planes estratégicos de los capitalistas.
Las patronales aducen la crisis de Brasil como razón fundamental para tomar estas medidas, pero en la mayoría de los casos donde hubo despidos se venía trabajando a pleno, incluso con horas extras.
Los despidos en la industria coinciden con los despidos en el Estado, tanto en el provincial como en el nacional. En el caso de Córdoba, afectando a trabajadores de servicios muy especializados como la trata, violencia familiar, ambiente.
Es evidente que los capitalistas y el gobierno, que los representa, apelan a los despidos para dividir a los trabajadores, atacar a los sectores más combativos y provocar un temor en el movimiento obrero en momentos previos a las paritarias. A su vez, aprovechan la situación para mejorar la rentabilidad de las empresas a costa de una mayor productividad (explotación) del trabajador.
Esta política cuenta con la complicidad de la burocracia, que corre como bombero para ocultar la respuesta obrera e impedir una respuesta organizada de los trabajadores.
El sector opositor de la UOM (que contempla a un sector de la propia directiva) ha exigido un congreso de delegados urgente para definir un plan de acción.
Hemos salido a reclamar el paro general frente a los despidos y las suspensiones y por un aumento salarial del 40%.
Organizamos una acción frente a la Legislatura el pasado 1º cuando Schiaretti inauguró las sesiones, que sirvió para agitar un programa y una salida obrera, sirvió además para que se manifestaran los despedidos del Estado, algunos trabajadores de la industria (RAR), el activismo docente, de la salud, etc., y los que lucha contra la instalación de Monsanto. Hemos acompañado todo esto con iniciativas parlamentarias que, como han destacado muchos medios, pusieron de manifiesto que el Frente de Izquierda está en la primera línea de oposición al gobierno y de lucha por las reivindicaciones populares, en contraste con la parálisis de la burocracia sindical.
Nos proponemos avanzar hacía un congreso de activistas y delegados que desarrolle una fuerte campaña y acción contra los despidos y suspensiones, por el 40% de aumento salarial y contra el recorte jubilatorio.