La segunda audiencia paritaria entre la representación sindical de UOM y las cámaras empresarias que nuclean la actividad no logró avanzar y la negociación se estira, mientras la inflación sigue haciendo su trabajo devastador sobre los salarios.

Las patronales mantuvieron su negativa a adelantar la cuota ya pactada para octubre a julio; su oferta fue de dividir ese 12% en dos cuotas de 6%, en agosto y septiembre. Y ante el pedido de sumar un 20% en octubre al 45% “conseguido” por Caló, las empresas ofrecen cuatro cuotas de 5%, a cobrar en octubre y noviembre de 2022, y en enero y febrero del año que viene. La propuesta fue rechazada por la conducción metalúrgica.

El 20% de desfasaje que se pone sobre la mesa del ministerio “para recuperar el poder adquisitivo de los metalúrgicos y metalúrgicas” -esa fue la promesa con la que Abel Furlán desbancó a Caló- es inferior al índice inflacionario acumulado y recién se alcanzaría al final del acuerdo; y, desde ya, consolida las pérdidas que venimos arrastrando de tiempo atrás.

La impostura de la nueva conducción de la UOM radica en que, detrás toda esta ingeniería de adelantos y adicionales, el reclamo no se aleja de las pautas de gobierno y FMI. El 45% de Caló fue el último servicio del “amigo de Alberto Fernández” a la política de imponer pautas (techos) a las paritarias. Furlán fue un actor destacado de esa misma directiva.

El reacomodamiento salarial que propone es un mero recurso para ir tirando y descomprimir algo el clima explosivo que, por el derrumbe salarial, se incumba en las bases; algo que distorsionadamente se expresó en la movilización de los “cuerpos orgánicos”, es decir de delegados y algunas delegaciones importantes de plantas, como Acindar o FV, al Ministerio de Trabajo que se realizó el martes 19.

En el breve discurso que Furlán ofreció al finalizar la audiencia, afirmó que “no nos vamos a mover si no son capaces de ofrecer una propuesta que satisfaga las necesidades que hoy tenemos los trabajadores metalúrgicos”. Sin embargo, no dijo media palabra sobre cómo haría para quebrar la intransigencia patronal.

Furlán le pide a los Rocca y los Madanes que “entiendan la necesidad de los y las metalúrgicas”, como si las ganancias patronales no se basaran en pisotear esas necesidades con mayor flexibilización, precarización y salarios de hambre.

Algunos medios afirman que “la paritaria UOM se picó” pero, salvo la realización de asambleas informativas y una nueva audiencia donde se espera la buena voluntad empresaria, no hay ningún atisbo de plan de lucha.

Las asambleas, que ya se vienen realizando, son un mensaje sobre todo al Ministerio de Trabajo, al que se reclama una actitud más enérgica. Pero el ministerio es el brazo ejecutor de la política salarial del gobierno, que está orientada más decididamente que nunca a mantener pisados los salarios.

Sin embargo, el clima se caldea y algunas voces reclamando paro y un verdadero plan de lucha se empiezan a hacer escuchar desde abajo, por sobre la regimentación del aparato que, como siempre, actúa de manera inconsulta. “La propuesta de estos sectores donde se realizaron asambleas es ir al paro”, confesó un directivo.

Si la directiva de la UOM tuviera una real disposición a defender el salario, se apoyaría en está bronca para desenvolver el poder de fuego del gremio, mediante asambleas en todos los lugares de trabajo para recoger mandatos por el paro y el porcentaje a reclamar, y ¡que nada se firme sin la aprobación de las asambleas!

La lucha del Sutna, por un aumento real que supere la inflación, que ya lleva una docena de paros y movilizaciones callejeras, es una guía para todos los trabajadores.

Nuestra moción es: movilización, plan de lucha y paro votado en asambleas de fábrica, con delegados mandatados y paritarios electos en estas asambleas. Por paritaria en una cuota y un básico igual a canasta familiar.

https://prensaobrera.com/sindicales/marchara-la-cgt-a-favor-o-en-contra-del-gobierno-y-el-ajuste