Luego de varias reuniones la UOM pactó un incremento cuatrimestral escalonado para la rama metalmecánica de 12,54%; serán dos cuotas de 3,5% y otras dos de 2,5 más un pago retroactivo correspondiente a julio.

El Ingreso Mínimo Global de Referencia llegará a los $727.823 recién en octubre. En junio el básico de una de las categorías más altas de la escala fue de $778.543, por debajo de los casi 900 mil que necesita una familia para no ser considerada pobre, según el Indec. 

La UOM espera replicar este mismo acuerdo con las cámaras del acero (esa era la secuencia, más o menos normal, en el pasado) pero el antecedente de los tortuosos siete meses que atravesó la negociación anterior, no permite ser muy optimista. 

Las lecciones de la paritaria siderúrgica

La dureza de Techint y Acindar en la paritaria siderúrgica, que dilató la negociación desde diciembre del 2023 hasta junio de este año, empujó a la UOM a un plan de lucha, consistente en paros y movilizaciones. Ese choque puso de relieve dos cosas: 1) la predisposición de lucha de la base metalúrgica, que se expresó en el cumplimiento de las medidas y la participación en las movilizaciones; y 2) el papel de freno de la Directiva. 

En el punto más alto, luego de tres días de paros y una movilización histórica en Campana, cuando el paso “natural” era subir la apuesta a 96 horas y dar paso a una intervención de todo el gremio, su secretario general Abel Furlán reculó y empezó a desescalar el conflicto. Primero, vació la marcha en Villa Constitución, que igualmente fue muy importante; luego llamó a un plebiscito, buscando que la base apruebe una oferta miserable y la respuesta fue un contundente No. Después de eso solo siguieron algunas movidas con un sector del cuerpo de delegados.

Mientras tanto la inflación siguió devorándose el poder de compra de los salarios, se multiplicaron los despidos y la flexibilidad avanzó en todo el gremio.

​Una orientación que desarma al movimiento obrero

El discurso de Furlán y de toda la burocracia sindical es que la relación de fuerzas no es propicia para la acción directa y que hay que librar la lucha política en el Congreso y en la Justicia. 

​La aprobación de la Ley Bases -con reforma laboral incluida– es una rotunda demostración de adónde conduce esa orientación. Tanto el Congreso como los Tribunales son terreno de maniobra de las distintas fracciones capitalistas, que se dividen en el apoyo al gobierno (total o crítico) y una oposición que sólo busca ponerle algunos límites mientras prepara las listas electorales para el 2025.

La burocracia sindical peronista también pretende jugar sus principales fichas a ganar espacios en esa discusión. En la interna del PJ Furlán es el más entusiasta partidario del gobernador Axel Kicillof, a quien presenta como el abanderado de la industria nacional. 

El centro del discurso de Furlán es la defensa de la industria nacional -y en especial de las Pyme-, víctima de la política de Milei. Pero se olvida que esa misma patronal “Pyme” despidió a miles en los últimos meses y reclama profundizar la reforma laboral. 

Las Pyme no deben haber visto nada mal que la UOM se sume al Diálogo Tripartito (junto con empresarios). La ocasión fue la mesa de Formación Laboral e Integración al Empleo convocada por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el representante del sindicato fue su Director Nacional de Formación Profesional, Francisco Cudos. 

Cudos es uno de los organizadores del recientemente lanzado Instituto de Formación Sindical y Profesional de la UOM, junto con el ex ministro de trabajo Carlos Tomada, y en 2011 fue designado por el entonces ministro de economía Kicillof para integrar el directorio de Siderar. Todos amigos.

Una nueva dirección clasista para derrotar a Milei

Más que ninguna, la paritaria de la UOM -y en especial su rama siderúrgica- tiene un contenido político: el empresario Paolo Rocca es el que le dicta el libreto a Milei en materia laboral. Como se sabe, Cordero es uno de sus empleados (hay otros ocho funcionarios de primera línea en el staff oficial) y fue quien redactó el programa de la La Libertad Avanza (LLA).

Para recuperar el salario metalúrgico, hoy por el subsuelo, frenar los despidos, defender el convenio y las condiciones de trabajo, hay que movilizar al conjunto del gremio e impulsar una huelga general que derrote a Milei-Rocca. Eso requiere una nueva dirección, clasista, en la UOM y en todos los sindicatos. Para contribuir a esa tarea estratégica convocamos al plenario nacional de la Coordinadora Sindical Clasista el próximo 14 de setiembre.