UTA Córdoba: huelga de las conductoras marca el camino


El 28 y el 29 de mayo, una huelga autoconvocada de las conductoras paralizó el servicio y amenazó con extenderse a todo el gremio.


 


En Trolebuses falta más de la mitad de la flota necesaria, los troles que funcionan tienen una antigüedad que llega a los 50 años y se encuentran en pésimas condiciones; así la prestación del servicio en un infierno, tanto para conductoras como para usuarios. Existe un peligro constante de accidentes. Ya se incendió una unidad y varios se han quedado sin frenos o dirección.


 


El vaciamiento es dirigido por el intendente Mestre, quien pretende proceder con Trolebuses de la misma forma que hizo con Tamse y Ciudad de Córdoba -es decir, privatización y negociados.


 


Son innumerables los reclamos de los trabajadores, es evidente el estado del servicio y son públicos los accidentes constantes que protagonizan los troles y, sin embargo, Mestre nunca cumplió los acuerdos que le impuso la movilización obrera. Mestre anunció que compraría trolebuses nuevos en Rusia, cuando se fabrican en Argentina y se pueden fabricar incluso en Córdoba (Materfer). Pero ni las unidades rusas aparecen. Y no aparecen porque la privatización ya arrancó, quitándole la exclusividad de los recorridos a Troles en favor de la empresa Ersa.


 


Frente a la huelga, rápidamente el Ministerio de Trabajo de De la Sota pretendió salvar a su socio Mestre y amenazó con la conciliación obligatoria, pero ella se encontró con el rechazo rotundo de las bases, que la conducción de la UTA debió defender. Finalmente, nunca se dictó la conciliación. La huelga la levantó la conducción de UTA y los delegados de troles hasta el 3 de junio, frente a un nuevo compromiso de las autoridades de presentar un plan de inversión.


 


Trolebuses es el fiel reflejo de todo el transporte de la ciudad. La privatización de Tamse y la quiebra de Ciudad de Córdoba trajo un nuevo achicamiento de la flota de transporte y mayores negociados para los capitalistas asociados a Mestre, Ersa y Autobuses Santa Fe. Asimismo, la huelga de trolebuses expresa el sentimiento más profundo de todos los trabajadores del transporte, que en forma incesante van a la lucha. Madura en toda la UTA Córdoba, la lucha por la paritaria que tiene seis meses de atraso.


 


Sin embargo, la nueva conducción no da respuesta a ningún reclamo, y ello comienza a abrir una brecha con las bases. La situación ha desembocado en una fuerte crisis ajena a los intereses de los trabajadores. Un sector de la directiva ligado a De la Sota pretende la renuncia del secretario general Salerno, la UTA nacional sostiene a Salerno y amenaza con intervenir la seccional; por otro costado, se cuela Peñaloza, anterior secretario general, que pide la destitución de toda la directiva y el llamado a nuevas elecciones.


 


La huelga de las compañeras de Trolebuses marca el camino. Se impone la convocatoria a una asamblea general de trabajadores que establezca un plan de lucha por la paritaria y contra el vaciamiento. Esta posición se desarrolla entre el activismo y la apoya una parte de la directiva. La agrupación Ortuta, que juega un papel clave en la lucha de Trolebuses, ha rechazado cualquier intento de golpe empresarial sobre la conducción y trabaja abiertamente por la convocatoria de la asamblea general, que al igual que en trolebuses desarrollara la lucha obrera contra el ajuste.