Sindicales

27/4/2016|1408

UTA: golpe destituyente de la burocracia en la 151

La destitución de Marcos Ayala como delegado de la Línea 151 requirió, por parte de la burocracia de UTA, de un megaoperativo mafioso. Incluyó una golpiza al delegado por parte de sicarios, que lo sacó de circulación un mes antes de las elecciones, entre cirugía de la cara y rehabilitación, y amenazas a candidatos y fiscales y a sus familias, antes y durante la elección


La destitución de Marcos Ayala como delegado de la Línea 151 requirió, por parte de la burocracia de UTA, de un megaoperativo mafioso. Incluyó una golpiza al delegado por parte de sicarios, que lo sacó de circulación un mes antes de las elecciones, entre cirugía de la cara y rehabilitación, y amenazas a candidatos y fiscales y a sus familias, antes y durante la elección.  


A esto se sumó la retención del padrón que jamás fue exhibido y que apareció recién en el momento de la elección. Y un despliegue de policía, gendarmería y culatas de la burocracia durante todo el comicio.


Aún en esas condiciones, como Ayala iba a ganar en su línea, la burocracia, violando usos y costumbres, modificó el ámbito y los padrones. De la elección habitual de dos delegados para la 151, cambió a cuatro delegados para la 151 más la 90, una línea que controla.


Además, infló el padrón en connivencia con la patronal con 100 administrativos e inspectores de la sede central y otras líneas de la misma empresa. Ayala ganó en su línea: de los 81 votos obtenidos, la mayoría son de los 110 trabajadores de la misma.


Pero lo doblegaron con 160 votos de la 90 más el padrón agregado. No menos de 80 de esos votos fueron el aporte directo de la patronal.


Es un mérito inmenso el reconocimiento logrado por un luchador irreductible entre sus compañeros. Esto, en un clima irrespirable de intimidación policial y presencia amenazante de una barra de patoteros armados y de pesados prontuarios.


Para la anécdota: durante la jornada, miembros de la directiva de UTA alertaban nerviosos contra posibles acciones de “los zurdos”. Cuando, por accidente, un borracho ingresó al playón en bicicleta y a los gritos, los culatas de la UTA entraron a correr desconcertados, fierros en mano, al pobre tipo.


La jornada terminó con la presencia de 50 delegados y activistas, de Interlíneas, en su mayoría de la 60, en la puerta del playón, solidarios con Ayala y, más tarde, en la cabecera Constitución de esta línea, donde se hizo el balance de una jornada obrera, enfatizando que el fraude y el matonaje de la UTA, no va a impedir la tendencia a la organización antiburocrática, en la 151 y en todo el gremio.