Sindicales

27/4/2022|1643

UTA: la paritaria en el interior no cierra

Los choferes, sin aumento salarial

Concentración de choferes en Rosario

A inicios de abril, con cuatro meses de atraso, la UTA arribó a un acuerdo paritario que consiste en un aumento del 50% del salario, por debajo de todas las proyecciones de inflación que hay para este año, el cual llevará el salario básico conformado a 150 mil pesos para agosto de 2022 para los choferes y aproximadamente a 135 mil para el personal de técnica, por debajo -en ambos casos- del valor de la canasta familiar estimada. Dicho acuerdo rige actualmente sólo para la zona AMBA (Ciudad de Buenos Aires y área Metropolitana de Buenos Aires), dado que las negociaciones se encuentran atomizadas, separadas entre dicha región, las provincias del interior, la larga distancia y las combis, estas dos últimas con escalas salariales que difieren entre sí y con las dos primeras.

En el interior del país, de acuerdo con el comunicado del consejo directivo de UTA, la paritaria se encuentra estancada por la negativa de los gobiernos provinciales a comparecer a la mesa de negociaciones para discutir su aporte, vía subsidios a las patronales, y “destrabar” el aumento. La pretensión de la UTA es arribar al mismo acuerdo -a la baja- que en AMBA, siguiendo la línea de ajuste salarial pautado por el acuerdo con el Fondo Monetario. Por su parte, el gobierno nacional definió incrementar un 40% los subsidios al interior, lo cual significa, inflación mediante, una retirada de los subsidios nacionales dirigidos al transporte provincial. Hace rato que las paritarias en el gremio son principalmente una mesa donde lo que principalmente se discute son los niveles de ganancias de las patronales, en base a su sostenimiento vía subsidios y el salario es la “variable de ajuste” que cae año a año.

El estancamiento de la paritaria en el interior del país motivó que la burocracia sindical “decrete” un paro de 48 horas con movilización a inicios de la presente semana, ante el cual el gobierno nacional también decretó una conciliación obligatoria por diez días. En la mayoría de las provincias, la conciliación obligatoria no fue acatada inicialmente sino hasta el mediodía del 26 de abril, por supuesto sin consulta a las bases. En ciudades como Neuquén capital y Rosario, los trabajadores aprovecharon los resquicios de este ida y vuelta para movilizarse y demostrar una fuerte predisposición a defender el salario.

Ante una paritaria en la que la dirección de UTA nos conduce a un nuevo retroceso salarial, se necesita abrir una amplia deliberación en todas las líneas para definir nuestras reivindicaciones: por un salario básico de 180 mil pesos -reclamo sostenido por los choferes autoconvocados de AMBA-, indexado de acuerdo con la inflación. Enfrentar los despidos y el ajuste. Contra la reforma laboral con la que atacan nuestros derechos, defender el convenio colectivo. Condiciones de trabajo seguras, implementación de las cabinas de seguridad para choferes. Asambleas para votar estas reivindicaciones y un plan de lucha.

Frente a una situación social agobiante para el conjunto de la clase trabajadora, en el que preparan nuevos tarifazos, entre ellos el aumento del boleto, es necesario un claro pronunciamiento que rechace esta política de ajuste antipopular, al igual que el reclamo de la apertura de los libros de las empresas de transporte para que se conozca el destino de los cuantiosos subsidios que reciben y avanzar en una salida a la crisis del transporte desde los intereses de los trabajadores.