Sindicales

6/5/2022

UTA Lomas de Zamora: ¿cómo continuamos la lucha en la Línea 540?

Primer balance de la pelea contra un despido.

Choferes Línea 540.

Durante dos semanas, los trabajadores de la línea 540 desenvolvieron una pelea por la reincorporación ante despido arbitrario de un trabajador, realizado por la empresa Grupo Autobuses. Con este despido, la patronal busca sentar un precedente e inclinar a su favor la relación de fuerzas en la línea para avanzar en sus planes de ajuste (flexibilización laboral, chofer multilíneas) y la desarticulación de la organización sindical de los trabajadores.

Con una asamblea, trabajo a reglamento y un piquete en Puente La Noria, acciones que contaron con una participación mayoritaria, se marcó una línea de resistencia a la ofensiva patronal. Sin embargo, por la falta de acción de la conducción de la UTA, y por el papel desmovilizador de la burocracia de Bustinduy que actúa en la línea cumpliendo un rol de patota y rompehuelgas, no se llegó a conseguir doblarle el brazo a la patronal.

Vale aclarar que el plan de lucha se mantuvo firme durante 15 días y fue suspendido recién ante la decisión del propio trabajador despedido de llegar a un acuerdo económico con la empresa, que debió retroceder del armado de un despido “con justa causa” y pagarle al compañero la indemnización correspondiente. Pero esta no es la cuestión esencial. De ninguna manera nos centramos en este hecho, aunque sí debemos marcarlo. El aislamiento y las difíciles condiciones en que se logró abrir paso este conflicto y su resultado son entera responsabilidad, lógicamente, de la patronal y del papel que jugaron las dos alas de la burocracia sindical.

En conclusión, la lucha de los trabajadores fue una respuesta absolutamente correcta, justa, ejemplar y necesaria, no solo en defensa de quien fue despedido sino de todos los trabajadores frente a la embestida patronal.

Como claramente identificaron todos los trabajadores, si la patronal despide y no luchamos vienen más despidos.

¿Qué hacer?

En los últimos meses, la lucha de los trabajadores de la 540 logró progresar en la defensa de sus condiciones de trabajo sobre la base de la movilización al municipio, reclamando por las condiciones de trabajo y seguridad, con el trabajo a reglamento contra el atraso en el pago del salario, y fundamentalmente con la renovación del mandato del cuerpo de delegados, contra la intención de la patronal y de la agrupación de Bustinduy de hacerse con el mismo. Cada ataque de la patronal tuvo su respuesta por parte de los trabajadores, marcando un límite a los atropellos.

El despido abre una nueva etapa que coloca nuevos desafíos: la continuidad de la lucha iniciada hasta lograr que se termine la persecución y suspensiones arbitrarias que afectan los salarios, el pago de los haberes a los trabajadores con licencias prolongadas, el reconocimiento de las licencias médicas, el respeto a los turnos de trabajo, implementación progresiva de las cabinas de seguridad en todas las unidades y un largo etcétera.

Está planteada, además, la necesidad de orientar al activismo de la línea en función de ganar fuerzas para las peleas que se vienen. En primer lugar, recobra valor la necesidad de retomar la organización de la agrupación del activismo en la línea, con reuniones y publicaciones periódicas, dirigidas tanto a los trabajadores de la 540, como a los de las otras líneas del Grupo Autobuses y al público usuario en general. La historia de lucha de la línea muestra que la más amplia democracia sindical ha sido un elemento clave para fortalecer la lucha, por un lado, y aislar a la burocracia, por el otro.

En segundo lugar, debe tenerse en cuenta que las elecciones de delegados en diversas líneas (aún en curso) abrieron un nuevo escenario en la UTA, mostrando agrupamientos de activistas en numerosas líneas, que pusieron en pie listas y en algunos casos lograron hacerse con victorias. Estos sectores pueden ser atraídos hacia un campo de lucha independiente de las alas de la burocracia.

Los trabajadores de la línea 540 son reconocidos luchadores en el gremio y pueden tender puentes que fortalezcan una corriente de lucha en todo el gremio, lo que fortalecerá a los propios compañeros de la línea. Concretamente planteamos la necesidad de que se constituya un frente a partir de una convocatoria de los cuerpos de delegados de la 540, la 60, las agrupaciones combativas y los sectores autoconvocados que encabezaron el reclamo salarial de paritarias para enfrentar los despidos, los ataques a las condiciones laborales y luchar por los $180 mil de básico conformado, al que se sumen todos los sectores dispuestos a defender estas reivindicaciones esenciales.

Por último, necesitamos entablar lazos con los sectores combativos del movimiento obrero ocupado y desocupado, para dotar a los trabajadore del transporte de una amplia red de solidaridad. Reforzando un camino de lucha e independencia política, los trabajadores de la 540 podrán enfrentar resueltamente los planes de ajuste patronales.