Sindicales
30/8/2024
UTA: los anuncios del gobierno para el transporte público y la situación de los choferes
El salario y los puestos del trabajo de los choferes en la mira de Milei y las patronales.
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Eliminan los subsidios al transporte en CABA.
Venimos hace pocos días de un nuevo tarifazo del 40% en el valor del boleto (que es parte de los groseros aumentos en los servicios públicos -luz, gas, etc. e incluso en insumos como el gas de garrafa) y que no guardan ni la más mínima relación con los porcentajes en que aumentan los salarios.
Ahora se suma el anuncio, por decreto y a partir del 1 de septiembre, de la eliminación de los subsidios en las líneas que circulan dentro de la Ciudad de Buenos Aires y de aquellas que hacen lo propio en la provincia de Buenos Aires, sumado a la eliminación del “Boleto Integrado”, por lo cual cada usuario que utiliza varios medios de transporte para ir al trabajo deberá pagar cada boleto al 100% de su valor. Tres aumentos al hilo que, desde la asunción de Milei hasta el momento, llevará el tarifazo a un 500% aproximado, un encarecimiento brutal del costo de vida.
Las medidas del gobierno están agravando la crisis del sistema de transporte. Frente a esto, las patronales no se “pelean” con Milei sino que descargan dicha crisis sobre los trabajadores del sector. Esto se manifiesta en una disminución de las unidades en circulación y por ende en las frecuencias -la propia patronal reconoce que circulan entre 1.500 y 2.000 colectivos menos en la zona AMBA-, que volvió a poner como uno de los principales problemas el tema de los despidos.
Además, como producto de múltiples causas, entre ellas del desastre de la prestación del servicio (que no es responsabilidad de los choferes) se multiplican las agresiones y ataques a los conductores, como hemos visto en numerosos casos que tomaron estado público. Las patronales precarizan el trabajo, se niegan a otorgar mínimas y elementales condiciones de seguridad, como es la implementación de las cabinas que podrían haber evitado la mayoría de las situaciones que se conocieron (que van desde intentos de robo, golpes e intentos de apuñalamiento).
En lo salarial, se produjo una nueva caída del poder adquisitivo de alrededor de 10%, considerando el resultado de la paritaria contra la inflación. La rebaja de salarios y jubilaciones -y ahora también vía el impuesto a los ingresos en remuneraciones que apenas superan la línea de pobreza- es parte de la política económica del gobierno. Lo mismo el tope en las paritarias: el ministro Caputo definió que los salarios no pueden subir más que el 2% mensual, la mitad de lo que sube el costo de vida actualmente.
La paritaria de UTA
Precisamente, la situación salarial y la falta de acuerdo paritario activó la convocatoria de un paro de 48 hs. en varias provincias del interior del país. En el AMBA, la perspectiva es la misma, con la paritaria vencida y la reapertura inminente de un conflicto salarial, y en el marco de la cerrada negativa de las patronales del sector, como la política del gobierno. No obstante, la UTA no da ningún impulso a la preparación de una lucha con eje en la defensa del salario y del trabajo, ni siquiera se informa de cual será el pedido de aumento por medio de asambleas, lo que constitiuye algo elemental. A este difícil contexto debemos sumarle la ruptura definitiva de un ala de la burocracia sindical (Bustinduy) y la constitución formal del sindicato propatronal al servicio de Dota y que juega para Milei -la Ucra- que es un armado para dividir las medidas de fuerza. La Ucra no cuenta con el mínimo apoyo entre los choferes, que fueron obligados a afiliarse bajo amenazas de represalias, sanciones y despidos.
En este marco llamamos a impulsar desde el activismo un programa para lo que se viene: $1.500.000 de básico inicial de bolsillo, la unificación de la escala salarial de choferes y técnica, reincorporación y cese de despidos, basta de precarización con contratos de 3 y 6 meses, efectivización. Y urgente implementación de las cabinas de seguridad (las cámaras no evitan ninguna agresión y solo son utilizadas por las empresas para perseguir trabajadores, aún siendo esto ilegal).
Pero no podemos limitarnos a estas reivindicaciones. Tenemos que tener voz y posición política frente a la situación del transporte, en primer lugar, expresando nuestro rechazo a la eliminación del “sistema Sube” y a los tarifazos permanentes que hunden el salario, para que no descarguen la crisis sobre los trabajadores.