UTA: no al techo en paritarias

Hace falta una autoconvocatoria independiente de la burocracia sindical

Distintos medios periodísticos dan cuenta de un preacuerdo alcanzado en la paritaria de la UTA del 31% acumulativos para el primer semestre de 2023, que se pagarían 10% con el salario de enero, 10% en marzo y 7% en mayo, totalizando con relación al básico conformado de diciembre 2022, un 31% semestral. Esto sería el primer tramo de una paritaria anual del 60% para todo 2023, que además es presentada como un acuerdo “testigo”, para definir el rumbo de la negociación también de otros gremios.

Esto acuerdo surge parte de los compromisos pactados en el acuerdo con el Fondo Monetario: desindexar el salario, es decir, que se desenganche completamente de los índices de inflación y de esta manera derrumbar el poder adquisitivo de los ingresos.

Roberto Fernández salió a justificar este preacuerdo a la baja planteando que “tenemos que colaborar para bajar los costos y la inflación” (Mundo Gremial, 13/1). Es un planteo en favor de la patronal en toda la línea y un aval explícito para una rebaja salarial.

No es el mismo trato el que ha recibido la patronal de parte del gobierno con relación a las tarifas del servicio. A los empresarios del transporte les autorizaron un aumento del 40% en el primer trimestre del año y aumentos mensuales de tarifa de marzo a diciembre. Es decir, las tarifas subirán más que la inflación y fueron indexadas, mientras que a las paritarias les pusieron tope.

El gobierno justifica esta política afirmando que busca un acuerdo de “precios y salarios”. Pero, en los hechos, el gobierno y la patronal se unen contra el salario de los trabajadores, que son los únicos a los que se impone dichos acuerdos, mientras las patronales “congelan” una pequeña cantidad de productos, que además desabastecen el mercado. Por eso, la proyección inflacionaria para enero de 2023 es del 6%, sigue a los niveles de 2022, un nuevo golpe al salario.

No debe convalidarse en las líneas este preacuerdo paritario, que además de perjudicial es también inconsulto.

Recuperar el salario

Roberto Fernández hizo su campaña para continuar al frente del gremio denunciando un intento de copamiento de la UTA por parte “de los empresarios” del grupo Dota. Asegurada su continuidad y la de los suyos, comenzó su nuevo mandato aceptando una entrega monumental del salario al servicio de los monopolios y empresas del transporte.

Planteamos la necesidad de un básico inicial conformado de bolsillo a enero de 2023 de 250 mil pesos y la equiparación del personal de técnica con ese valor, ajustado mes a mes según la inflación. Este planteo permitiría una recuperación real de nuestro salario.

Para dar impulso a este reclamo necesitamos unir a todos los sectores combativos del gremio, cuerpos de delegados (líneas 60, 540, etc.), agrupaciones, activismo, etc., en una autoconvocatoria independiente de la burocracia sindical que tenga como eje la lucha por el salario, la defensa de los puestos y condiciones de trabajo, y enfrente la persecución antisindical en todas las empresas por medio de un plan de lucha.