Sindicales

17/5/1993|391

UTA nos lleva a una derrota

Hace un mes los trabajadores del subte paralizaron el tránsito de la Capital con sus masivos paros en favor de una serie de reclamos salariales. Intimados por el Ministerio de Trabajo la mayoría de las asambleas de sector habían mandatado al Plenario de Delegados a retomar el plan de lucha y en caso de cesantías iniciar una huelga por tiempo indeterminado. Pero la directiva de la UTA desconoció este mandato y comenzó a realizar una serie de maniobras dilatorias. Finalmente convocó a un “plebiscito” para que las bases resuelvan directamente. Según los propios dirigentes de la UTA —que son los que “fiscalizaron” la votación— la mayoría se habría pronunciado por un trabajo a reglamento y el reclamo a que la UTA, la confederación de gremios del transporte (UGTT) y la CGT convocaran a una movilización conjunta. Pero no tendría validez este resultado porque sólo habría votado el 44%. El “plebiscito” se evidencia como una maniobra desmovilizadora de la burocracia.


Intimidación patronal


Ahora la empresa Subterráneos de Buenos Aires (SBA) acaba de sacar un “comunicado al personal” anunciando que en dos meses traspasará la misma a manos privadas. Benito Roggio y un consorcio se harán cargo de SBA anunciando a través de la prensa que de 3.000 trabajadores quedarán sólo 1.300. El comunicado anuncia que “comenzará a principios de mayo el Plan de Retiro Voluntario que se orientará al personal que no tenga cabida en los planteles del concesionario (el que) está evaluando los antecedentes de cada agente a fin de preseleccionar quien formará parte de sus planteles”. No se trata siquiera de un “retiro voluntario” sino de un “despido inducido”.


En el mismo comunicado la actual dirección de SBA les recuerda a los trabajadores “la ilegalidad de las medidas de fuerza dispuesta por el Ministerio de Trabajo (y que), la adopción de acciones que atenten contra el servicio coducirá… a generar despidos sin indemnización alguna y perjudicará la posibilidad del personal en el plan de preselección del concesionario y/o retiro voluntario”.


Asamblea


La amenaza patronal está acompañada por la maniobras burocráticas que pretenden quebrar todo intento de resistencia y el espíritu de lucha que se desarrolló entre los trabajadores del subte.


Los delegados y activistas combativos quieren la convocatoria de una Asamblea General a fin de discutir un plan de lucha.


Ante la amenaza de despidos en subtes, Ferrocarriles, Elma, Aerolíneas, es necesario que todos los gremios del transporte aprueben un plan de lucha, de paros y movilizaciones para frenar este nuevo zarpazo antiobrero del gobierno y los privatizadores.