Sindicales

11/4/2022

UTA: pactan otra paritaria a la baja y por debajo de la Canasta Familiar

Por un conformado inicial de $180.000 y el tratamiento de todos los reclamos de las y los choferes.

Paritarias de la UTA.

El 8 de abril se cerró la paritaria 2022 de la UTA, donde se establece un aumento del básico conformado del 50%, no acumulativo, en 4 cuotas, sin cláusula de revisión, que se terminará de pagar en el mes de agosto de 2022 (pagadero a septiembre). El mismo porcentaje se aplica en el rubro “viáticos”. De esta manera el salario de bolsillo inicial aumentará en mayo a $110.000 ($120.000 de básico conformado bruto + 16.632 de viáticos, descontando las contribuciones “de ley” de alrededor del 20%) y concluirá en el mes de septiembre con un salario básico de bolsillo inicial de $136.500 ($150.000 de básico conformado inicial + $20.616 de viáticos, menos el descuento).

Para el personal de técnica los salarios se ubican un 15% por debajo, en promedio, al de los conductores. Las sumas fijas en negro, que en total suman $69.000, durante toda la vigencia del acuerdo (las primeras dos cuotas de $13.000 no remunerativos ya fueron abonadas con los haberes de enero y febrero y fueron acordadas en un acta anterior), deben computarse como “adelantos a cuenta” ya que, en concreto, “tapan los agujeros” desde enero a abril, cuando llega el primer aumento del básico, siendo apenas un paliativo en negro ante un atraso de cuatro meses de la negociación.

De los cálculos surge en primer lugar que estamos ante una nueva paritaria a la baja, ya que las estimaciones de inflación anual, difundidas por el Banco Central, actualmente la colocan en el 60% para el 2022. En general, los diferentes gremios comenzaron discutiendo paritarias en el rango del 40-45% a inicios del año y, frente al salto de la inflación del primer trimestre, subieron al 50-55%, pero la burocracia sindical continúa negociando las paritarias a la baja, a la medida de las cámaras empresarias y del acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario para hacernos tragar un nuevo ajuste, porque mientras aplican a los trabajadores estos techos salariales y cacarean contra los empresarios, les permiten subir los precios a su antojo.

Una particularidad es que el acuerdo firmado por la UTA no incluye la indexación salarial, es decir el aumento automático de los salarios si la inflación supera el aumento pactado, y tampoco contempla una cláusula de revisión, la cual pinta claramente la voluntad “entreguista” de los que firmaron.

Si se compara el acuerdo con la llamada Canasta Familiar, que es lo que necesita una familia para vivir mensualmente, cuyo valor es de $136.000 en el mes de marzo -y que en abril pegará otro salto- resalta que los choferes, trabajadores en blanco y profesionales, se encuentran por debajo de ella y el personal de técnica más abajo aún. La paritaria consolida esta tendencia -además de convalidar la caída del 20% de salario perdido en el 2021. Se obliga a los choferes a trabajar “vueltas” y feriados en negro para la misma patronal o “hacer Uber” después de cumplir la jornada laboral (práctica extendida) para paliar la situación.

En lo últimos años pulverizaron el salario de la actividad y esta paritaria se encuentra en esa línea.

Seguridad, despidos, convenio y tarifazos

De los grandes problemas que acompañan la cuestión salarial, la paritaria ni siquiera los abordó. A diario suceden hechos de robos a los trabajadores, que exponen su integridad física en los recorridos, sufren severas lesiones o hasta pierden su vida. La patronal directamente se desentiende de la seguridad de los choferes, cuando es corresponsable, junto al Estado. Elude así la responsabilidad en aplicar medidas elementales de seguridad laboral, como es la colocación de cabinas blindadas para los choferes, un reclamo que se expresa en todas las líneas.

La paritaria tampoco abordó la situación de los despidos en numerosas empresas, muchos de carácter antisindical, lo cual desnudaría la complicidad de la propia burocracia sindical en dichos casos. Lo mismo hay que decir de las sistemáticas violaciones al convenio colectivo con respecto a numerosos temas, como el abuso en las sanciones que se utilizan además para recortar los salarios (el Grupo Metropol maneja un “cupo” diario de sanciones diarias que los inspectores deben cumplir), la tendencia a la eliminación de las licencias médicas y la preeminencia del control médico patronal. Todas estas cuestiones, del día a día del trabajo de miles de choferes, quedaron fuera de cualquier discusión. Es la flexibilización laboral “de hecho” que se aplica, dejando el convenio como letra muerta y que la burocracia sindical permite y aprueba.

Es de primer orden además una lectura del acta respecto a la cuestión de los subsidios y las tarifas, porque la paritaria se desnaturalizó hacia una discusión sobre estas cuestiones, con lo salarial como un resultado secundario de este reparto. Hay que advertir que se arribó al acuerdo a partir del compromiso de los ministerios de Transporte de Nación y provincia de Buenos Aires de pagar las deudas pendientes, relativas a las compensaciones tarifarias del año 2021. Sin embargo, ninguna manifestación hace, ni la parte empresaria ni los citados ministerios, sobre cómo se cubrirán los aumentos salariales de la actual paritaria.

Llamamos la atención por esta omisión, que abre nuevamente la puerta al “boletazo” en la zona Amba y a los negociados sin ningún tipo de control respecto al incremento del subsidio. La dirección de UTA está decidida de lleno no sólo a entregar el salario sino en a utilizar las paritarias de los choferes como escenario donde las patronales negreras presionan por más subsidios. Ni Roberto Fernández ni su falsa oposición, con Bustinduy a la cabeza, le exigen a La Nueva Metrópoli, a DOTA ni al Grupo Autobuses, por mencionar a algunas, que abran sus libros para que el conjunto de lxs trabajadorxs (choferxs y pasajerxs) sepan a dónde van los fondos públicos que viajan en forma de subsidios y compensaciones, y en evitar que el costo de la crisis del transporte se descargue en los sectores populares. Un tarifazo debe ser rechazado de plano, también por los choferes.

Hagamos sentir el rechazo a esta paritaria a la baja

Es obvio que ningún trabajador tendrá la posibilidad de votar en alguna instancia resolutiva acerca del presente acuerdo porque la burocracia sindical niega cualquier canal de decisión democrática. De todas maneras, se debe hacer sentir el rechazo en todas las empresas a esta nueva paritaria a la baja. Debemos mantener vivo el reclamo del salario conformado inicial de $180 mil, que levantaron lxs compañerxs de diversas líneas de zona oeste el pasado 30 de marzo, cuando se movilizaron. Y la  lucha por las cabinas de seguridad, por la defensa del convenio, por el control de los trabajadores de la obra social y por la reincorporación de los compañeros despedidos.

Llamamos a organizarnos en cada línea para impulsar este conjunto de reivindicaciones y a castigar a la burocracia sindical votando a las listas de oposición que se orienten con estas reivindicaciones en la última tanda de elecciones a cuerpos de delegados que se realizarán en abril-mayo en decenas de empresas que aún no renovaron desde el inicio de la pandemia.

La Naranja de UTA plantea como necesidad de primer orden la organización de una fuerte corriente antiburocrática y clasista, para ofrecer un cauce al numeroso y combativo activismo del gremio y armarnos de un programa para recuperar el salario y demás reclamos, que tienen como requisito la independencia de los trabajadores frente a las empresas, los gobiernos de turno y la burocracia sindical de todo pelaje y color.

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