Sindicales

15/2/2023

UTA: paritaria del 29,5% semestral en tres cuotas

Golpe al salario de los choferes.

La UTA cerró una paritaria a la baja.

La paritaria de UTA cerró finalmente en un 29,5% en tres cuotas, con período de vigencia semestral, hasta el 30 de junio próximo. Con el aumento dispuesto, al mes actual, el salario de bolsillo del chofer estará en $200 mil. Para el caso de técnica, para la categoría testigo -medio oficial- el salario de bolsillo será, al mes de febrero, de $170 mil.

Sin embargo, el cálculo de la canasta familiar que realizan de forma independiente los técnicos y trabajadores del Indec da -a diciembre 2022- $238.680. A medida que avance el año, cuando se llegue al plazo del acuerdo, indudablemente estaremos en peor situación.

En definitiva, nos encontramos frente un acuerdo de entrega del salario de los choferes pactado entre las patronales, el gobierno y la burocracia sindical que conduce a una brutal caída entre 15 o 20 puntos menos que la inflación estimada, que se ubica en el rango del 45-50%.

En términos políticos, esta es la aplicación de los topes paritarios dispuestos por el gobierno que tienen el claro objetivo de avanzar en una rebaja salarial generalizada. Esta es la verdadera política rabiosamente propatronal y de ajuste de Alberto-Massa-Cristina.

¿Cómo se justifican estos acuerdos de entrega salarial? Dice textualmente el acta paritaria: “La entidad sindical entiende necesario acompañar la política que está llevando el Ministerio de Economía de la Nación, procurando bajar el nivel de inflación”. Sin embargo, el salario real de los trabajadores cayó 20% en los últimos 5 años. Lo que crecieron fueron las ganancias patronales vía el mecanismo de la inflación.

El gobierno promueve un acuerdo de precios y salarios, en el que pisan los ingresos mientras las patronales remarcan sin freno y desabastecen. Aplican un plan de ajuste en el cual el pago al Fondo Monetario condiciona todo y profundiza la crisis social.

Por parte de la burocracia sindical, encabezada por Fernández, es la primera paritaria después de las elecciones sindicales de diciembre. No solo fue “más papista que el papa” aceptando un acuerdo incluso por debajo del tope del gobierno, en una actitud completamente colaboracionista, sino que además firmó una paritaria “testigo” al servicio de aplicarle la rebaja salarial al conjunto del movimiento obrero.

Debemos decir también que la otra fracción de la burocracia sindical encabezada por Bustinduy, tan propatronal como la de Fernández, banca el acuerdo paritario. Es la única lectura posible cuando en el marco de una entrega monumental del salario se ha limitado a pedir un sueldo “digno”, completamente entregado al monopolio DOTA, a los que sin dudas esta paritaria les cae bien. Por eso la “Palacios” se cuida de hasta criticarlo. ¿Para eso quieren las seccionales? No es para organizar ninguna lucha sino para alinear el aparato gremial a la patronal de Faija y cía. Para el 15/02 preparan una movilización del aparato gremial para intentar canalizar el descontento salarial hacia su disputa con Fernández por la asunción en las seccionales en las cuales ganó la oposición. No habrá en las líneas donde la “Palacios” dirige burocráticamente una sola asamblea, menos un plan de lucha para recuperar el salario.

El aumento del salario real, que debería colocarse como mínimo por encima del 50% semestral, la defensa del convenio colectivo y de los puestos de trabajo es incompatible con esta burocracia sindical. Necesitamos un frente unificado de todos los sectores de lucha del gremio por la defensa de estas reivindicaciones y la recuperación de los cuerpos de delegados, y una fuerte agrupación clasista que dé profundidad y alcance a estos reclamos uniendo al movimiento obrero contra el gobierno y el plan de ajuste.