Los trabajadores de alrededor de 70 líneas de colectivos de la zona AMBA-entre las que se destacan las empresas del Grupo Metropol-, iniciaron este jueves un paro centrado en el tema salarial. Los incumplimientos de la patronal varían en cada línea. En algunas empresas directamente no se abonó la totalidad del salario. En otras, se abonó parcialmente (50%) o no se pagaron los aumentos de la última paritaria en el básico y/o se adeudan sumas no remunerativas acordadas también en la negociación salarial. La modalidad de la medida de fuerza ha sido que en cada línea donde existan incumplimientos en la escala salarial de febrero se inicie una retención de tareas.

La cartera de Transporte explícitamente reconoció que aún no había enviado los fondos de las compensaciones tarifarias, que es a su vez el motivo que esgrime la patronal para justificar no haber pagado los haberes de los trabajadores. Anunció también que regularizaría esta situación a la brevedad, a diferencia de los subsidios a las provincias del interior que el gobierno pretende no enviar, pero la situación es incierta por el marco político general de drástica reducción de estas compensaciones a la patronal. Es decir, que la huelga además de expresar el reclamo de los trabajadores ante el incumplimiento de la patronal, también es un terreno de pujas por arriba por subsidios y tarifas.

La situación de la paritaria del gremio es calamitosa, plagada de incumplimientos y con numerosas provincias sin acuerdo paritario. Días atrás, por este motivo pararon los choferes del interior del país y a sólo 48 hs. se produjo este paro en AMBA. La UTA no actúa en consecuencia ante una crisis de conjunto respecto de la paritaria, que es el producto a su vez de la política de transporte que está implementando el gobierno -nacional y provinciales- con las patronales. Un tarifazo enorme (inviable en términos políticos y sociales), un ataque al salario de los choferes (igual que a todo el movimiento obrero), con la consecuencia de un fuerte impacto en los puestos de trabajo, que ya se inició con los compañeros que sufren la peor parte de la precarización y son contratados a plazo fijo (3 y 6 meses). En esto consiste la salida “libertaria” a la crisis del transporte: tarifazo, rebaja salarial y achique de los servicios con despidos. Además una profunda desorganización con la “desregulación” de los servicios, por ejemplo la anunciada en la larga distancia que permite eliminar destinos que las patronales no consideren rentables.

Impulsemos asambleas en todas las líneas -un reclamo elemental-, las cuales deben ser la plataforma para desarrollar en todo el gremio un plan de lucha de alcance nacional.

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