La colaboración de la burocracia kirchnerista de la lista Celeste de UTE-Ctera con la reforma macrista llegó al extremo en el colegio Mariano Acosta. Allí la directora Papalardo, histórica referente de la Celeste, convocó a la Policía Federal para que interviniera contra la toma que protagonizaban sus propios estudiantes. La Policía elaboró una lista con los nombres de los pibes y llegó a labrar una contravención contra un estudiante mayor de 18 años. Un delegado y consejero de UTE-Ctera se prestó como testigo para esta judicialización de la protesta educativa.

El episodio retrotrae a enero de 1969, cuando, a meses del Mayo francés, se produce un alzamiento estudiantil en Alemania. Los estudiantes alemanes se movilizan contra una reforma que apuntaba a “tecnocratizar” la educación, es decir, una NES de la época. La Unión de Estudiantes Socialistas (SDS) ocupa entonces las instalaciones del Instituto de Frankfurt de Estudios Sociales, una sede de la llamada Escuela de Frankfurt. Reclaman el apoyo de Theodor Adorno, reconocido profesor crítico del Instituto. Adorno, sin embargo, rechaza involucrarse y, al igual que Papalardo, pide la intervención de la Policía para desalojar a los ocupantes.

Es entonces cuando Marcuse, otro fundador de la Escuela de Frankfurt que estaba viviendo en Estados Unidos, le envía una célebre carta a Adorno para dejar sentada su posición. Marcuse dice: “si la alternativa es la Policía o los estudiantes, entonces estoy con los estudiantes”. El desbarranque de la dirección K de la UTE es muy profundo. La apelación a las fuerzas represivas contra la movilización de estudiantes secundarios es un punto de no retorno. Celeste: con la policía, no. En las elecciones del 7 de junio, votemos masivamente a la lista Multicolor para recuperar un sindicato que defienda la educación, es decir, a sus estudiantes y trabajadores.