Sindicales

17/4/2020

UTE: ¿un programa para defender a los trabajadores o un sindicato vocero de los gobiernos?

Sobre las declaraciones de Eduardo López en un reportaje de C5N.

En un extenso reportaje que le hicieron a Eduardo López en C5N se dedicó durante más de 10 minutos a defender el proyecto del Frente para Todos de impuestos a las grandes fortunas, pero estuvo ausente todo reclamo respecto a las situaciones de emergencia que estamos viviendo las familias, docentes y estudiantes, en la Ciudad. A tal punto pasó esto que en un momento de la entrevista la periodista comenta que antes hablaban de “cosas diferentes” con López, como lo pobre de la comida de los comedores escolares, pero ahora, a partir de la pandemia mundial, hablamos de otras cosas como el proyecto del Frente de Todos que apoya la CTA. ¡Justo cuando más hambre tienen nuestros pibes y más queda a la luz la miseria de las viandas del gobierno!


El hambre se hace sentir, y pese a que las viandas que entrega el gobierno de Larreta dan vergüenza, es tal la necesidad, que son miles las familias que realizan filas en las escuelas cuando las entregan cada 15 días. A esto, se suma que los docentes encargados de repartirlas no cuentan con las medidas necesarias de protección (desde el gobierno no les dieron siquiera barbijos), y docentes y estudiantes no tenemos garantizados los medios para poder desarrollar la pretendida “educación virtual” (no se asegura acceso a internet, pc, ni capacitación). Y además, un número importante de docentes se encuentran sin trabajo y sin la posibilidad de ir a los actos públicos, mientras en las escuelas privadas van creciendo los despidos de docentes y la fusión de cursos impulsadas por la iglesia y las patronales de la educación privada.


No es un olvido casual el del secretario gremial de Ctera y secretario adjunto de UTE; la dirección Celeste se ha borrado del mapa, al punto que la última declaración pública de Ctera es del 15 de marzo (¡de antes de la suspensión de clases!), y luego en su página solo hay propaganda de cursos virtuales y de los cuadernillos “seguimos educando”.  López, UTE y la Ctera se colocan como voceros del gobierno y salen en los medios a publicitar el Proyecto de Todos, pero no enfrentan (ni mencionan) los despidos, las suspensiones y aprietes que se viven en las escuelas privadas, ni nombran a Larreta y sus políticas de ajuste y miseria que sufrimos los docentes, las familias y la educación pública.


¿Impuesto para qué?


Al momento de desarrollar el proyecto, Eduardo López sostuvo que frente a la epidemia “como dijo Alberto Fernández de algún lado hay que recaudar plata”. Sin embargo, este no sostuvo que dicha recaudación sea utilizada para un aumento del presupuesto de salud y educación, o para satisfacer los reclamos y necesidades que tiene la población trabajadora y que el secretario general de la CTA Capital no mencionó en todo el reportaje. Lo que si mencionó y defendió es que “hay que sacarles impuestos a las Pymes, hay que sacarle impuestos a los medianos y hasta a los grandes empresarios”. Por lo que el impuesto “a las 50 mayores empresas del país” serviría para amortiguar la quita de impuestos de otras grandes empresas, aunque de menor escala que las 50 mencionadas; es decir una “distribución de riqueza”, pero en este caso entre grupos capitalistas.


Mientras López pide bajar impuestos a las pequeñas, medianas y grandes empresas, no cuestiona en ningún momento la alta carga impositiva que tenemos los trabajadores y los sectores más pobres de la sociedad. Por el contrario, en la entrevista dijo: “Agradezco a los camioneros, a los cartoneros, a los periodistas, a los maestros y los enfermeros que siempre pagan los impuestos”, pareciendo más un funcionario estatal, que un dirigente sindical que luche para que los trabajadores no sean gravados por el impuesto a las ganancias, o terminar con el alto valor del IVA y los impuestos más regresivos. ¿Hay que agradecer a los cartoneros por pagar impuestos o luchar para que no se les cobre IVA?


A la vez, sin el planteo del no pago de la deuda externa, dicho impuesto para “recaudar plata” podría utilizarse para el pago a los bonistas y organismos internacionales ya que el total de vencimientos que el gobierno debe pagar de acá a fin de año ronda los 900.000 millones de pesos. Por lo que el impuesto que plantea la CTA, recaudaría solo una pequeña parte de lo que el gobierno debe pagar en concepto de deuda externa. En el reportaje, Eduardo López reitera varias veces que este tipo de impuesto a las grandes fortunas es apoyado por el FMI y su presidenta Kristalina Gueorguieva, por la Cepal y una serie de organismos internacionales; quizás por eso nunca menciona en todo el reportaje el agobio nacional que significa la deuda externa. 


La lucha por un verdadero impuesto y contra los ataques patronales


El Frente de Izquierda presentó un verdadero proyecto de impuesto a las grandes rentas y fortunas, donde establece claramente que se destine los fondos recaudados para un plan de elaboración e importación de material sanitario y contratación de personal de salud; para garantizar un ingreso de $30.000 para todos los monotributistas, cuentapropistas, trabajadores de casas particulares, y para todos los trabajadores que no tengan licencias pagas por sus empleadores; y un plan de construcción de viviendas populares para reducir la exposición al Covid-19 y otras enfermedades, entre otras necesidades. A la vez que levanta el no pago de la deuda externa, y la nacionalización de la banca, para terminar con el saqueo y fuga de los grandes capitales.


El reclamo de un impuesto a los grandes capitales debe ir acompañado del reclamo de la satisfacción de las necesidades que sufre la población trabajadora bajo la pandemia. Sin levantar los reclamos más acuciantes, el proyecto de ley de impuesto a las grandes fortunas puede terminar convirtiéndose en un taparrabos de una política de inmovilismo y complicidad frente a los crecientes ataques patronales de despidos, suspensiones y presión para que se levante la cuarentena que agravaría el cuadro de infectados.


Llamamos a romper las ataduras de la CTA y la CGT con el gobierno y a organizarnos los trabajadores frente a la crisis y los crecientes ataques patronales. Que la crisis la paguen los capitalistas y no el pueblo trabajador.