Sindicales

5/5/1993|390

Utpba: La peor política es la pasividad

Las patronales periodísticas han lanzado una ofensiva en todos los frentes: muchas empresas han impuesto la jornada de 8 o más horas (en nuestro gremio es de 6); incrementan cada día el porcentual de contratados y disminuyen los planteles estables; en Crónica, los contratados deben trabajar todos los días de la semana, sin francos. Las patronales también se lanzaron a descabezar a los delegados y activistas antipatronales con cualquier método, legal o ilegal. Así les iniciaron juicio para quitarles el fuero gremial a los principales miembros de las comisiones internas de Clarín y de La Prensa y, mientras tanto los “suspenden”. Una amenaza similar pesa sobre otro compañero de Crónica. Significativamente, todos ellos fueron destacados candidatos de la opositora Lista Naranja-Gris.


Los trabajadores del gremio no han dejado pasar calladamentes estos atropellos. Junto con el paro de actividades de La Prensa en defensa del delegado, los trabajadores de Crónica resistieron con éxito la postergación en el pago de horas extras y el despido de colaboradores, en tanto que, en Clarín, se resiste tenaz aunque aisladamente, la ofensiva patronal.


La UTPBA


En este marco, la dirección de la UTPBA desorganiza concientemente las luchas. Saboteó un acto en defensa del delegado de La Prensa y levantó el plenario de delegados posterior, que debía darle orientación, continuidad y centralización a estas resisitencias aisladas. Esta dirección centroizquierdista que, al caerse la pintura, muestra cada vez más su color amarillento, ya había eliminado a las asambleas de la vida del  gremio. Ahora sostiene que los plenarios “son inútiles”. Los que subieron con la bandera de la “democracia sindical” caen envueltos en el ropaje de la peor burocracia.


Por eso nada han dicho ante las sucesivas leyes antiobreras emanadas del gobierno y ante el nuevo proyecto de extensión a doce horas de la jornada de trabajo. El secretario adjunto, Nestor Picone, propone —en una columna cedida por la patronal de Página 12— que la lucha contra esta ley deben encararla los compañeros indivudualmente, en su caracter de “periodistas”, “inquiriendo” a los funcionarios en los reportajes o entrevistas. ¡Que miseria!


La oposición combativa nucleada en la Naranja Gris tiene una responsabilidad muy grande ange el gremio, esto por su trayectoria y sus intervenciones. Debe tomar en sus manos la organización de la resistencia, con una campaña masiva de denuncias de la ofensiva patronal y gubernamental. Hay reservas en el gremio, se han perfilado rupturas en el seno del cuerpo de delegados y la burocracia muestras signos crecientes de crisis y división.