La situación salarial de la docencia de la Ciudad de Buenos Aires es insostenible. Desde el ofrecimiento de Larreta y la ministra Soledad Acuña, en el mes de marzo, el salario ha quedado pulverizado: con el índice del mes de agosto la inflación acumulada asciende al 56,4%, en tanto el aumento al salario del magisterio acumula 40,2%. El gobierno de CABA informó que pagará un 10% de aumento en septiembre (a cobrar en octubre), un 13% en octubre (a cobrar en noviembre) y resta la cuota ya pautada del 8,5% en noviembre (a cobrar en diciembre); siendo porcentajes medidos sobre el sueldo de febrero. El aumento anual quedaría en un 74%, cuando el gobierno nacional estima una inflación del 95%.

El sueldo inicial en septiembre será de $83.657 y en octubre $90.831. El valor de la hora cátedra quedaría en $4.440 en septiembre y $4.817 en octubre. No alcanza ni para el pasaje de colectivo. Esta pérdida salarial se suma a las de sucesivos acuerdos paritarios ruinosos: en marzo 2017 estábamos 10% abajo de la canasta básica, en julio 2022 esa cifra llegó al 33%.

Los tarifazos en los servicios y transporte, la carestía y el aumento de los alimentos, de los alquileres, golpean duramente las condiciones de vida de la docencia. Mientras el gobierno de los Fernández-Massa recorta más de 70.000 millones de pesos en la cartera educativa, además de que hambrea a más de la mitad de infancias y adolescencias del país; Larreta, Acuña y Juntos por el Cambio se esmeran en tomar al sector educativo como uno de los ejes centrales de su temprana campaña electoral orientada a demostrar voluntad de cumplir con los requerimientos del FMI, como laboratorio de reformas laborales y antieducativas.

El ajuste del salario viene de la mano de este ataque a nuestras condiciones de trabajo y a las jubilaciones docentes. Mediante una serie de reformas alejadas de la docencia y lxs estudiantxs Larreta y Acuña emprendieron la reforma laboral en el sector docente mediante la reforma del estatuto, la modificación de la carrera docente afectando el ingreso, la permanencia, el ascenso y la jubilación, precarizando aun más las condiciones laborales mediante la eliminación de derechos y conquistas, minando la estabilidad laboral de miles de docentes como en el nivel medio, superior, normales, socioeducativos, entre otros que se suman a la lista de derechos vulnerados en torno a la posibilidad de titularizar sus cargos. La obligatoriedad de trabajo gratuito para las adolescencias del nivel medio, la modificación del calendario escolar para que la docencia tenga que trabajar los días sábados, son aspectos de que expresan la necesidad de una organización independiente de la docencia. Para ello es de primer orden poner en pie un plan de lucha que enfrente este conjunto de políticas antieducativas que responden a los requerimientos del FMI.

UTE-Ctera debe romper con el gobierno y ponerse al servicio de la docencia

Estos golpes al salario y las condiciones educativas del gobierno nacional y de la CABA cuentan con la complicidad de la conducción kirnerista-massista de la Ctera, que fija techos paritarios de miseria a nivel nacional con los diferentes gobiernos de turno, y más aún con el actual. Sus principales referentes, Hugo Yasky y Roberto Baradel, vienen de posar junto al embajador yanqui, una ofrenda al FMI que es el responsable de las penurias de la población trabajadora ocupada y desocupada de la Argentina, y en particular de lxs docentxs.

En la Ciudad la UTE-Ctera tampoco mueve un meñique ante los embates permanentes de la derecha a la educación, más que para alguna declaración discursiva pero alejada completamente de los reclamos docentes -una colaboración a la campaña como presidenciable de un ajustador como Larreta. La celeste de UTE-Ctera no quiere que se siga en CABA el camino de los parazos y movilizaciones de Mendoza, San Juan, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Chubut, Río Negro, Santa Fe, Corrientes y La Rioja. La conducción celeste lejos está de un llamado a la docencia para salir a luchar por el salario y sus derechos. Es que su integración al gobierno nacional la deja en la vereda del ajuste y la honra a los organismos internacionales de crédito. Mientras marchan con la CGT en favor del gobierno nacional, y de la “paz social” que consiste en silenciar a lxs sectores empobrecidos, dejan marginadas las necesidades reales de la docencia. La conducciones de Ctera y de la UTE se han divorciado completamente de la docencia y de la tarea de organizarla para defender sus derechos y la educación pública. La miseria salarial docente es una demostración de ello.

La docencia presencia de manera directa tanto el vaciamiento educativo como la miseria y el hambre que atraviesan las familias de nuestrxs estudiantxs. Es un proceso que refracta directamente en la escuela pública, cuya docencia se sobrecarga con las duras consecuencias que dejan las necesidades multidimensionales de la población trabajadora. La UTE y la Ctera deben romper con el gobierno y poner la confederación y el sindicato al servicio de la docencia.

Convoquemos asambleas por escuelas y distritos: la docencia porteña tenemos reserva para salir a luchar

El enorme paro del 10 de agosto puso de manifiesto la enorme voluntad de la docencia para enfrentar el ajuste del gobierno de los Fernández, Massa y su orientación fondomonetarista. A pesar del intento de la UTE y la propia Ctera de quitarle el carácter activo e intentar enmascarar el reclamo salarial, y mucho menos darle continuidad.

Debemos mirarnos en el espejo de las provincias en lucha, y darle continuidad a una batalla que frente a la situación crítica tanto política como social augura mayores procesos de conflictividad. La organización de instancias deliberativas son fundamentales para mandatar a las conducciones sindicales con la verdaderas necesidades de la docencia.

Para el martes 20 de septiembre la combativa dirección de Ademys ya había convocado -previo a la resolución de Larreta y Acuña de modificación del calendario escolar- a una asamblea abierta y unificada para votar un curso de acción por salario, reapertura de paritarias, por la salud docente, y por el conjunto de los reclamos pendientes al que se agrega  la defensa de la capacitación en servicio y las jornadas de mejora institucional (EMI), contra el forzamiento a trabajar días sábados. La conducción celeste de UTE por su parte ha convocado reuniones divididas por niveles sin ante las cuales en las escuelas comienza a reclamarse la unificación de las instancias en una única para poder de conjunto derribar la medida antieducativa del gobierno de la Ciudad. Ademys recoge este planteo.

Vamos por la reapertura de las paritarias, por un salario igual al costo de la canasta familiar indexado mensualmente por la inflación, respetando las escalas salariales. Contra la reforma laboral y el ataque al estatuto; por la titularización al conjunto de docentes vulnerados en su derecho a la estabilidad laboral. La cobertura de todos los cargos faltantes bajo el estatuto, la defensa de las EMI y capacitaciones en servicio con puntaje y relevo de tareas. La construcción de escuelas y un plan de obras escolares. Basta de criminalización, persecución y descuentos de los que luchan. Aumento del presupuesto educativo y no al pago del FMI.