El jueves 6, los trabajadores que recolectan los residuos en Lomas de Zamora obtuvieron, con una vigorosa lucha, una victoria. Lograron que ‘aparecieran’ los fondos para cobrar sus sueldos de diciembre y el aguinaldo, así como también el compromiso del mantenimiento de sus puestos de trabajo por los próximos seis meses.

La empresa a cargo (Alvarez-Patiño, ligada al PJ), aduciendo que su contrato venció a fin de año, y que el municipio le adeuda cuatro millones de pesos, no pagó a sus trabajadores, e incluso se habló de “quiebra”. No se nos escapa que detrás del genuino reclamo de los trabajadores, estuvo la mano de la patronal, que obtuvo una “prórroga” de su prestación por seis meses y que se programe el pago de la deuda (un verdadero negociado). Pero el problema para los trabajadores sigue existiendo. Porque en este período se llamará a licitación, dividiendo el distrito en tres áreas y, según lo dicho por el intendente aliancista “va a disminuir el gasto”. Lo que significa que el ‘recorte’ va a caer sobre los trabajadores, que van a tener otras condiciones en sus contratos. Y esta es la cuestión. Prepararse para enfrentar despidos, rebaja salarial, desconocimiento de antigüedad y flexibilidad bajo nuevos (o no tanto) patrones de la basura. Con el mismo método.