Sindicales

2/11/2000|686

Victoria de los telefonicos de Rosario

El jueves 19/10 tomamos noticia de que la empresa había decidido cesantear a Javier Rambaldo, aduciendo una razón de carácter disciplinario.


Una semana antes la Lista Blanca había ganado la Interna. Este conflicto significaba un gran desafío, ya que la principal consigna de campaña fue: “No permitir ningún despido; ante cualquier amenaza, organizamos y luchar”. Teníamos que demostrar en los hechos nuestra capacidad de sostener lo que dijimos en la campaña.


Rápidamente reunimos la Interna y solicitamos una entrevista con el gerente responsable del despido, que no nos recibe. Largamos la asamblea en los pisos planteando: “Si la empresa no retrocede con la medida hay que parar el edificio y cortar el Cruce Alberdi”.


Empezamos a tomar todas las iniciativas para organizar la medi­da, y la reunión del cuerpo de dele­gados, con la participación de la Co­misión Directiva.


No permitimos que el compañero se retire del edificio. En ese transcurso se dieron distintas instancias de negociación con la empresa. El día jueves no obtuvimos resultados positivos. La patronal mantenía su postura de despido. El plenario del cuerpo de delegados decide respaldar las medidas resueltas. La Comisión Directiva respalda pero no quería que la medida fuera ejecutada por todos los compañeros, sino sólo por el cuerpo de delegados con licencia gremial.


La propuesta de la Interna era paro y corte del cruce Alberdi con todos los compañeros. Esta posición tuvo apoyo masivo.


El jueves a las 10 de la noche recibí una llamada del secretario general para decirme que paremos, que se abría una instancia de nego­ciación.


Decidimos marcar un compás de espera hasta el viernes a las 10 de la mañana como plazo máximo. Fueron dos compañeros de la Interna a la negociación y el resto de los compañeros nos quedamos en el edificio garantizando el estado de asamblea y debatiendo con los compañeros que si no se incorporaba al compañero se paraba y se cortaba el cruce Alberdi.


A las 15 hs, cuando nos estábamos preparando para parar el edificio y cortar el “cruce”, la empresa comunica que desiste del despido. El compañero había sido reincorporado. Se produce en el edificio un momento de festejo, de victoria.


Un compañero se paró y dijo: “Compañeros, este triunfo es porque hace una semana supimos elegir”.