Sindicales

10/4/2003|796

Victoria obrera en Zanón

A las 8:30 de la mañana del martes 8 de abril, cuando faltaban pocas horas para el inicio del paro provincial de la Cta y cuando se congregaban las primeras columnas de manifestantes en el monumento a San Martín para iniciar la caravana a Zanón, el desalojo de la planta había sido dejado de lado. La decisión, anunciada por el propio gobierno provincial, consumó un viraje que se había desarrollado gradualmente. El jefe de gabinete del gobierno Sobisch (Mpn) “aseguró que está descartado el desalojo”, luego de que se reuniera con vocales del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y que no emplearía la fuerza policial para acompañar al juez o a los síndicos. El propio secretario general del Sindicato Ceramista confirmó que “no será el día D” en cuanto al intento de reocupar la planta (Río Negro, 8/4).


Pero hasta hace menos de una semana la decisión era ir a la represión. El propio TSJ y la Asociación de Magistrados y Funcionarios habían respaldado a la jueza neuquina que había habilitado la orden de desalojo dictada por el juez federal Páez Castañeda. La Asociación llegó a producir un llamamiento que caracterizaba el acatamiento al fallo sobre Zanón como una cuestión de Estado.


El pronunciamiento de los jueces también aludía a la “indiscriminada y, por lo tanto, intencionada presión que pretende… en realidad, imponer decisiones”, en referencia a la corriente popular de apoyo a los trabajadores de Zanón. Con el recuerdo fresco de la desocupación violenta de Sasetru, el movimiento popular de defensa cobró fuerza y llegó a ocupar el centro de la situación política provincial. El paro provincial convocado por la Cta para el martes 8, día anunciado para el desalojo, fue una expresión de este clima. En las mismas horas en que la jueza neuquina daba vía libre a los síndicos de Zanón para que “tomen posesión con el uso de la fuerza pública”, otro juez de la provincia dejaba libre de cargo al gobernador en una causa por coimas que fueron reveladas por medio de una cámara oculta.


 


Vuelco


El viraje se reflejó en la propia jerarquía del clero, que decidió acompañar a los dirigentes del Sindicato Ceramista en un reclamo ante el gobierno (Río Negro, 3/4). Han pospuesto la ofensiva para recuperar la planta momentáneamente. Pero esta retirada, como el plebiscito que, en Esquel, consagró una derrota de los pulpos mineros, revelan la vigencia de la rebelión popular en el país.


En el año y medio de ocupación, la planta emplea a 310 trabajadores que cobran un salario de 800 pesos mensuales. En contraste con esto, la vieja patronal había ofrecido un plan de reactivación de la planta que emplearía a 60 trabajadores con un salario de 300 pesos más 150 de presentismo. Zanón, como Sasetru, Brukman o TDO, son llagas que exponen la incapacidad de la clase capitalista para producir y conducir el país. Allí donde los bancos confiscan a los depositantes y los industriales vacían las empresas y fugan capitales, los trabajadores reabren las fábricas y se presentan como la clase social con capacidad para sacar al país del marasmo.


 


Expropiación ya


El repliegue plantea la oportunidad para una contraofensiva obrera. El ángulo para defender la ocupación de Zanón es la ¡expropiación ya! Que todo el movimiento obrero neuquino encare un plan de lucha para exigir la expropiación y gestión obrera de Zanón. En función de este objetivo se necesitaría un congreso de delegados de organizaciones de trabajadores, asambleas populares y centros estudiantiles, convocando a la Cta.


El paro convocado por la Central ha tenido una repercusión importante en sus sindicatos (particularmente docentes) y no ha trascendido más por la política de “pax diplomática” de la dirección de la Cta con la vieja burocracia sindical.


La Asamblea Nacional realizada en Lanús el 5 y 6 pasados, ha llamado a la movi lización en defensa de Zanón y a una movilización nacional por las fábricas ocupadas. La perspectiva de una asamblea permanente de fábricas ocupadas, como parte del movimiento piquetero, de las asambleas populares y de los sindicatos en lucha, es cada día más necesaria.